El primer ministro británico, el conservador David Cameron, reiteró este jueves que no se plantea dimitir si los escoceses votan por la independencia en el referéndum del 18 de septiembre.

En declaraciones a Radio 4 de la BBC, Cameron subrayó que la consulta no debe ligarse al futuro de ningún político, ni el suyo ni el del líder independentista Alex Salmond, pues lo que está en juego es "el futuro de Escocia".

"Es importante responder enfáticamente que no" a la pregunta de si dimitirá, afirmó el mandatario, al considerar que no es una cuestión de individuos.

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"Creo que es muy importante que los ciudadanos de Escocia se den cuenta de que la consecuencia de su voto es pura y simplemente sobre Escocia y sobre su lugar en el Reino Unido", declaró.

"No deberíamos intentar ligarlo con mi futuro o el de Alex Salmond", incidió.

Las consecuencias para Cameron se plantean porque se le considera una carga en la campaña a favor de la unidad del Reino Unido, pese a que la apoya, pues en Escocia apenas se vota al Partido Conservador, al que se considera básicamente inglés y se acusa de perjudicarles.

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El primer ministro se ha mantenido relativamente apartado hasta ahora de los actos de "Better Together (Mejor Juntos)", el grupo favorable a la unión, si bien ha adelantado que aumentará su presencia en el debate en los próximos días.

Desde las filas conservadoras ya se ha indicado que se vería como "una humillación" y un desastre histórico que Escocia se escindiera, rompiendo el Acta de la Unión de 1707, lo que, dado el caso, podría forzar la marcha de Cameron del liderazgo de la formación.

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"The Guardian" publica hoy que algunos diputados "tories" están inquietos por las consecuencias para las elecciones generales británicas de mayo de 2015 del resultado del referéndum y podrían pedir que se pospusieran hasta 2016.

En la recta final de la campaña, aumenta el tono del debate entre los partidarios del "sí" y el "no", entre encuestas que reflejan un avance gradual de los independentistas.

La última encuesta sobre intención de voto, publicada esta semana en "The Times" y "The Sun", otorgaba a la campaña del "no" un apoyo del 53%, cuatro puntos menos que en agosto, mientras que el "sí" avanzaba hasta situarse en el 47%.