El Parlamento alemán avaló hoy por amplia mayoría el envío de armas a los kurdos que luchan en el norte de Irak contra los yihadistas del Estado Islámico (EI), un grupo que, según advirtió la canciller, Angela Merkel, amenaza la seguridad de la región y de la propia Alemania.

"El sufrimiento inmenso de mucha gente clama al cielo, y nuestros propios intereses de seguridad están amenazados", manifestó la canciller en la sesión extraordinaria convocada en el Bundestag (Cámara baja) para explicar la decisión adoptada ayer por su Ejecutivo.

El voto de la cámara no era necesario, pero la gran coalición de gobierno que forman conservadores y socialdemócratas decidió someter el acuerdo al pleno para dar respaldo parlamentario a la decisión, que ha roto el tabú de no enviar armamento a regiones en guerra.

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Rechazaron el acuerdo los dos únicos partidos que componen la oposición parlamentaria: la Izquierda y Los Verdes.

Merkel ratificó la apuesta de su Gobierno por la diplomacia, pero aseguró que "hay situaciones en las que sólo los medios militares permiten que sea posible de nuevo una salida política".

Acción internacional

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Aseguró que su Ejecutivo es consciente de los riesgos que implica su decisión, pero subrayó la necesidad de actuar por "responsabilidad internacional", para evitar nuevos "genocidios" y que los terroristas cuenten con otro refugio.

El conflicto en el norte de Irak, agregó, amenaza con desestabilizar a los países vecinos, como Jordania y Turquía, y afectar a toda la región, lo que pone también en peligro la seguridad de Alemania y Europa.

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Merkel insistió en que el envío de armas a los kurdos del norte de Irak se realiza con autorización del Gobierno central de Bagdad y en que Alemania no tiene ningún interés en impulsar "fuerzas centrífugas" en el país, en referencia a las aspiraciones del pueblo kurdo.

El líder del grupo socialdemócrata, Thomas Oppermann, defendió ante el pleno de decisión de su partido de apoyar el envío, convencido de que es una "ayuda de emergencia" y de que se trata de "una excepción", no la "ruptura de un tabú".

"Vigilaremos que la ayuda humanitaria a la región siempre sea más elevada que la ayuda armamentística", manifestó.

Por su parte, la oposición centró la mayoría de sus críticas en la imposibilidad de controlar las armas una vez que lleguen a un territorio en guerra.

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El líder de la Izquierda, Gregor Gysi, advirtió del riesgo de que el armamento acabe en manos del Estado Islámico.

"Si algo sobra en Irak, son armas", subrayó el parlamentario, quien lamentó también que la lucha contra el EI no se haga con un mandato del Consejo de Seguridad de la ONU.

El portavoz de Los Verdes, Anton Hofreiter, también reclamó ese respaldo internacional, al tiempo que instó a presionar a los países que apoyan con financiación y armas a los yihadistas, entre los que citó a Arabia Saudí y Catar.

Armas para kurdos

El acuerdo del Gobierno alemán incluye el envío este mismo mes al norte de Irak de misiles antitanque, ametralladoras, lanzagranadas, fusiles de asalto, pistolas y granadas de mano para armar a 4.000 soldados kurdos, un equipamiento que tiene un coste de alrededor de 70 millones de euros, según informó hoy el Ejecutivo.

Las armas y la munición se enviarán vía Bagdad, bajo el control del Gobierno iraquí, y serán transportadas al país con un calendario flexible, con el objetivo de garantizar que llegan de forma adecuada a su destinatario final.

Alemania ha aprobado además 50 millones de euros en ayuda humanitaria a la zona, y Merkel se mostró hoy dispuesta a acoger más refugiados iraquíes en el país.