Alineo mi actitud y mis acciones con la verdad de mi ser.

Adaptar
La verdad espiritual no cambia, pero al crecer en conciencia, a veces yo he de cambiar mi manera de pensar y actuar para alinearme con ella.

Así como un niño aprende a gatear y luego se adapta a caminar y correr, yo me adapto a la verdad a medida que mi comprensión aumenta.

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La verdad es que soy un ser divino y mi vida está llena del poder y la presencia de Dios.

Según esta conciencia aumenta en mí, aprendo a confiar en ella.

Nada puede separarme de la presencia.

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Estoy inmerso en el fluir de la abundancia, la salud, la sabiduría y la paz.

Al avanzar cada día, alineo mi actitud y mis acciones con mi verdad. Vivo la verdad que conozco.

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Mateo 18:3
“De cierto les digo, que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos”.