Quioscos techados con lonas de colores rojo y blanco destacaban entre los árboles del parque de Urdesa y resaltaban desde la calle. Ordenados a lo largo de los caminos, estos sirvieron de escaparates para que jóvenes emprendedores expusieran al público sus productos, la mayoría elaborados artesanalmente. Vendieron galletas, cupcakes, mermeladas, chocolate orgánico, hamburguesas veganas, entre otras cosas.

En el sector del césped las personas podían extender un mantel bajo la sombra de los árboles y comer lo que compraron.

Otros aprovecharon para caminar con su bocado en mano y visitar los estands de artesanías, donde se encontraron con accesorios para mascotas, lazos y moños, medias, cuadros, adornos, ropa, jabones y bisutería.

Publicidad

Para alegrar la mañana, zanqueros, músicos y acróbatas realizaron presentaciones en rincones del lugar, mientras la gente llevaba a pintar caritas a sus niños o prestaba una bicicleta a cambio de la cédula de identidad para pasear por el área pavimentada.

Pasadas las 14:00 la gente se empezó a retirar. Algunos estands ya estaban vacíos, pues habían vendido todo. Otros se extendieron otro rato por atender a quienes aún llegaban, tanto de Urdesa como de ciudadelas cercanas.

Esta actividad formó parte de la campaña Oye Guayaquil por el Mes de la Juventud para promover el comercio local y artesanal. Pero además fue una mañana que congregó a familias y amigos e inspiró a vivir el parque de una manera diferente a la usual.