El trabajo de la misión técnica enviada por la Unesco para analizar la incidencia del paso del tranvía por el Centro Histórico terminó ayer con una reunión reservada con el alcalde anterior de la ciudad, Paúl Granda, y el gobernador de Azuay, Leonardo Berrezueta.

La comitiva proviene del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Históricos-Artísticos (Icomos), organismo asesor de la Unesco para el Patrimonio Mundial.

Los cuatro integrantes de la misión César Moreno, director de Patrimonio Mundial para América Latina y el Caribe, los consultores Erik Vergel y Luis María Calvo; y el exdirector regional de la Unesco, Gustavo López Ospin, pidieron al actual alcalde, Marcelo Cabrera, que explique a la ciudadanía que por protocolos internacionales no pueden emitir pronunciamientos.

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Cabrera dijo desconocer la fecha en la cual la misión entregará el informe y reiteró que este no será vinculatorio, aunque ayudará a tomar decisiones en favor del Patrimonio Histórico de la ciudad, expresó.

Agregó que el informe que sí será vinculante es el del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, no obstante la primera reunión que tendrá este ente será en julio del 2015 y se basará en el informe de Icomos.