Dos nuevos temblores se sintieron ayer en Quito con magnitudes menores a las que ocurrieron durante la semana pasada, luego del sismo de 5,1 grados en la escala de Richter del martes 12 de agosto que dejó tres víctimas mortales.

El primer movimiento se produjo a las 01:58 con una magnitud de 2,9 y una profundidad de 3,9 kilómetros. El epicentro fue nuevamente Calderón, en el norte de Quito y fue sentido por pocos capitalinos, quienes en su mayoría se encontraban durmiendo.

El Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional reportó una nueva réplica a las 14:50 con una magnitud de 3,1 y una profundidad de 5 km.

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El Geofísico también reportó ayer un movimiento de 4,4 en horas de la madrugada (03:09) con epicentro en la provincia de Morona Santiago. En tanto, a las 13:54 de ayer un sismo de magnitud 3,1 se sintió en Orellana.

Mientras, ayer el viceministro del Interior, Javier Córdova, señaló que avanzan las investigaciones para descubrir a las personas que emitieron falsos rumores de un gran terremoto en Quito durante el fin de semana.

Incluso en los próximos días, manifestó, se podría conocer quiénes serían los que actuaron de ese modo, especialmente en las zonas de Pomasqui y San Antonio de Pichincha, parroquias rurales que resultaron más afectadas por el sismo del martes 12 y que se mantienen en emergencia.

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Marcelo Calvachi, morador de Pomasqui, dijo que los rumores provocaron pánico entre sus vecinos que se volcaron al estadio de la localidad buscando protección. “Esas versiones malintencionadas no deberían repetirse”, aseveró.