En Playas todos conocen a Víctor Escalante Yagual como Pili o don Pili. Tiene 64 años y este ha sido un año difícil para él. En marzo sufrió un derrame facial del que, poco a poco, se está recuperando; luego lo cesaron en una institución pública donde prestaba sus servicios.

Pero Pili es un guerrero. En Playas muchos ignoran que en el año pasado, 23 obras plásticas de Pili integraron la muestra The Full Dollar Collection, cuadros que se exhibieron en las reconocidas galerías DPM de Guayaquil y El Conteiner de Quito, como parte del proyecto sobre rotulación popular y arte contemporáneo del antropólogo Xavier Andrade.

Él conoció a Pili en el 2007 cuando documentaba fotográficamente la gráfica popular costeña. Sobre Pili, Andrade detalla: “Parto de una selección de obras de artistas célebres, y promuevo a don Pili a copiar y a pensar sobre la capacidad ilustrativa de cierta imagen”.

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Ahora Pili ha retomado sus artes y oficios en su taller del barrio Las Peñas. Es ahí donde conversamos mientras con una lija finísima da los últimos retoques a un barco velero en palo de balsa. Cuenta que en las exposiciones se sintió halagado recibiendo las felicitaciones de “los grandes señores que saben de las artes y las culturas”.

Pili navega al pasado y evoca que fue el mejor dibujante de su escuela. Su deslumbramiento fue a los 8 años cuando llegó a Playas un excelente pintor guayaquileño conocido como Pinocho , que decoraba esos antiguos buses de madera –conocidos como chivas– y pintaba murales de diversos negocios. “A mí me llamaba la atención, yo me pasaba viéndolo dibujar, a él no le gustaba”, relata.

Viendo a Blas Mite aprendió a hacer balsillas, barcos y veleros. “Lo veía y se me metió la artesanía en balsa”, dice sobre ese oficio tradicional de Playas, pero que se está quedando sin artesanos porque estos han ido muriendo y sus familiares no han heredado el oficio.

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Cuando terminó la primaria y durante 18 años se dedicó a la pesca porque ese era el oficio de su padre. Fue César, su hermano mayor, quien lo inició en el dibujo publicitario. En las pangas de los pescadores pintaba bandera, nombre y el número de la matrícula de las naves.

Afirma que hace unos 35 años comenzó la moda de decorar las pangas con imágenes –animales, aves, escudos de equipos de fútbol, santos, etcétera– siempre a petición y gusto de los dueños de esas canoas.

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Comenta Pili que, después de tantos años de realizar ese arte gráfico, es capaz de pintar de memoria a los santos de los que son devotos los pescadores y refiere que hace un mes, pintó la panga de un tío.

En estos días, elabora barcos pesqueros y yates veleros. “Mis trabajos después de 5 años todavía están vivitos y coleando, solo hay que darle mantenimiento, pintarlos”, asegura.

Ahora Pili asiste a la congregación Juan XXIII para la cual pinta imágenes religiosas sobre lienzo en acrílico. En su taller, exhibe sus obras plásticas. Ahí indago a Pili si seguirá pintando, y responde: “Pintar cuadros nunca lo voy a dejar porque ese es mi plato favorito”.

Nunca estudié en Bellas Artes, pero hago unos buenos cuadros. (Xavier) Andrade me daba copias de pinturas famosas y yo hacía una versión, eran cuadros de grandes pintores”.Víctor Escalante, artesano