Un incendio forestal ha consumido unas siete hectáreas de bosques en el cerro Auqui, ubicado en un sector periférico de la capital ecuatoriana, informó hoy el secretario de Seguridad del Municipio de Quito, Juan Zapata.

El incendio levantó una gran humareda que fue fácilmente visible desde la ciudad y, según Zapata, aparentemente fue "provocado", ya que se encontraron restos de neumáticos en el sitio donde se presume que comenzó el siniestro.

Personal del Municipio, de los cuerpos de bomberos, de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y de las Fuerzas Armadas combate al momento las llamas en una operación que ha sido "difícil" por "la topografía" agreste de la zona, señaló Zapata.

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El cerro Auqui se yergue al este de la capital, en el sector de Santa Rosa de Cumbayá, que conecta con la avenida Simón Bolívar, una de las arterias viales con alto flujo de vehículos de entrada y salida de la capital ecuatoriana.

Zapata precisó que el incendio es "controlable" y que al momento patrullas de bomberos lo combaten por tierra y un helicóptero del Ejército desde el aire.

Asimismo, dijo que gracias a la oportuna llegada de los cuerpos de seguridad se evitó que las llamas llegaran a la parte alta del cerro, donde se levantan varias viviendas.

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"Este ha sido el incendio más grave en el Distrito Metropolitano" de Quito en lo que va del año, afirmó Zapata tras hacer un llamamiento a la ciudadanía para que denuncie a "gente sin conciencia" que provoca este tipo de situaciones.

Graves consecuencias

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El año 2013, Quito sufrió por varios incendios forestales que afectaron parte del Parque Metropolitano.

Entre septiembre y octubre de 2012, Ecuador sufrió una racha de incendios que calcinó unas 10.000 hectáreas de bosques y matorrales. En la capital ecuatoriana, donde ardieron más de 3.000 hectáreas, se declaró incluso una situación de emergencia.

La serie de incendios de 2012 causada, entre otras razones, por la fuerte sequía, desbordó la capacidad de los bomberos y llevó a las autoridades a solicitar ayuda a países amigos.

Colombia y Venezuela enviaron helicópteros y Brasil un avión especial para combatir las llamas desde el aire, mientras que Chile facilitó un grupo de especialistas en este tipo de incendios de la Unidad de Manejo del Fuego de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). 

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