“Vamos a demandar al dueño de la obra, que es la Justicia, para que haga justicia pagando él mismo, parece un trabalenguas, pero es la realidad”, afirmó el abogado Irlando Barros, al advertir que si hasta este mes no se les cancela las liquidaciones a 110 exobreros de contratistas judiciales presentarán una querella contra el Consejo de la Judicatura (CJ).

Barros expresó su indignación porque los extrabajadores llevan ocho meses esperando que los contratistas del CJ les cancelen sus haberes. “Se les debe las liquidaciones del decimotercero proporcional, decimocuarto proporcional, vacaciones, fondos de reserva y, a algunos, sueldos”, precisó Barros y agregó: “Tenemos un promedio de 110 trabajadores que han presentado demandas, pero el total general entre las obras del Palacio de Justicia, el Albán Borja, de Luque y Tulcán y de Samborondón pasan de los 400 trabajadores”.

El sábado pasado, Barros convocó a los exobreros para definir la presentación de la demanda. Durante la reunión, los asistentes denunciaron que no se les liquidó legalmente. “Nunca recibimos nada, solo nos dijeron que quedábamos suspendidos”, contó Darwin Valarezo, quien trabajó ocho meses en el edificio judicial ubicado en las calles Luque y Tulcán.

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John Ayala, de 21 años, laboró nueve meses en la construcción del Palacio de Justicia: “Estoy luchando para que nos paguen la liquidación”.

El abogado de los trabajadores señala que ha mantenido reuniones con los contratistas demandados, entre ellos Jorge Coppiano y Patricio Cabal, representantes de la empresa C&C Constructores Asociados, pero el pago aún es incierto.

El procurador común de los exobreros, César Tumbaco, aseguró que insistirán por la vía legal el pago de sus haberes. “En el Palacio de Justicia vamos a presentar la demanda la primera semana de septiembre si no nos pagan”.

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EL UNIVERSO se contactó con el contratista Jorge Luis Coppiano, quien pero prefirió no dar declaraciones sobre el tema.

20,8 millones de dólares costó, según el contrato, la remodelación del Palacio de Justicia. Lo hizo la empresa C&C Constructores.