La gran variedad de colibríes localizada en la reserva ecológica de Maquipucuna (noroccidente de Pichincha) es investigada por un grupo de biólogos estadounidenses que, con el financiamiento de la National Geographic, determinarán cómo el fenómeno El Niño y el cambio climático están afectando a esta especie.

En la reserva, que tiene una extensión de 6.000 hectáreas y que pertenece a la fundación Maquipucuna, se han instalado desde el 2011 un total de 21 cámaras junto al mismo número de flores en diferentes alturas de la reserva, desde los 1.300 metros sobre el nivel del mar.

Además de 40 medidores de temperatura.

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Las cámaras están programadas para tomar fotografías cada minuto durante las 24 horas del día. Mientras que los medidores de temperatura están activados para registrar datos cada hora.

El objetivo, según el biólogo Benjamín Weinstein, es recolectar datos que aporten a tres áreas de estudio: la fisiología de los colibríes, la genética y el tipo de flores por estación.

El proyecto se encuentra en el tercero y último año con el apoyo económico de $ 20.000 de la National Geographic, que además proporcionó las cámaras fotográficas.

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Son dos grupos de biólogos y estudiantes de la Universidad de Stony Brook de Nueva York apoyados por la Fundación Nacional de Ciencia de EE.UU. y el laboratorio Spatial Ecology, que se dedica exclusivamente a estudiar dicha especie.

“Los resultados los evaluamos cada dos semanas, hacemos análisis de las flores para ver los efectos del clima en las diferentes estaciones y también clasificamos a las variedades de colibríes”, cuenta Weinstein.

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Menciona que “hoy no hay nada de flores comparado con años anteriores”.

Pero destaca que escogieron la Reserva de Maquipucuna para este estudio por la “hermosa diversidad de colibríes, una de las más altas del mundo, y la calidad de selva en este lugar”.

Rodrigo Ontaneda, director fundador de Maquipucuna contó que los colibríes son parte de las 373 especies de aves que se han localizado en la reserva, varias de ellas en peligro de extinción. Además de las más de 2.000 especies vegetales propias de la zona, 250 especies de mariposas, 400 especies de orquídeas endémicas y más de 50 mamíferos.

Según Weinstein, después de año y medio de estudios han logrado 2.000 observaciones de colibríes y 16.000 observaciones de flores.

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Calcula que dos años más se tomarán para clasificar la información y determinar los resultados y las respectivas conclusiones que serán puestos en internet en dos idiomas para el público interesado.

35 son las especies de colibríes en la reserva ecológica.

Se diseña corredor para el oso
Junto con las autoridades de Ambiente, la Reserva Maquipucuna diseña un corredor para el oso de anteojos, una especie en peligro de extinción.

Pero a la vez un reglamento para compensar a los habitantes de las fincas que rodean la reserva y en donde los osos acostumbran entre agosto y septiembre visitar sus sembríos y comer sus frutos.

La idea, según Rodrigo Ontaneda, director de la Reserva, es que los osos no sean maltratados o asesinados, porque recuerda que la ley sanciona con 4 años de prisión a quienes maten animales en peligro de extinción.