El incendio que, desde el pasado sábado consume los pajonales de la reserva de Mojanda, ubicada entre las provincias de Pichincha e Imbabura, ha consumido hasta el momento unas 600 héctareas del bosque nativo.

Unas 200 personas, entre bomberos y  miembros del Ejército, colaboran para tratar de apagar el fuego en la zona de difícil acceso.

En casi 60 horas, alrededor de 600 hectáreas de pajonales fueron consumidas por llamas que se propagaron desde el cantón Pedro Moncayo, norte de la provincia de Pichincha, hasta la cordillera de Mojanda en Otavalo, sur de la provincia de Imbabura.

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Por la dificultad del acceso a la zona afectada, el COE cantonal de Otavalo ha sido activado, según manifestó el alcalde Gustavo Pareja, quien también destacó que los militares han arrojado agua desde un helicóptero para tratar de controlar la situación.

El gobernador de Imbabura, Diego García, dijo este lunes que no se tiene determinada el área afectada, pero explicó que hasta la tarde del domingo se registró la destrucción de aproximadamente 206 hectáreas de pajonales y bosques nativos de la cordillera perteneciente a Imbabura.

El teniente Carlos López, vocero del Cuerpo de Bomberos de Otavalo, coincide con los policías, militares, comuneros y personal del ministerio del Ambiente, que buscan extinguir el fuego, en que lo más difícil es llegar a los pajonales donde hay fuertes vientos. “Este gran incendio forestal no ha podido ser controlado por la magnitud”, expresó López.

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El cabo Diego Puga, bombero de Pedro Moncayo, indicó al noticiero de Ecuavisa que la zona de la laguna grande de Mojanda también ha resultado afectada. "El incendio sobrepasó la zona principal, y sigue avanzando para el lado de Imbabura", dijo.

De acuerdo al subteniente Fernando Manya, del Cuerpo de Bomberos de Quito, "aparentemente se puede determinar que fue por una quema agrícola".