Los maestros afiliados al Fondo de Cesantía del Magisterio Ecuatoriano (FCME) preparan estrategias para defender los ahorros que por 23 años realizaron de forma voluntaria y que ahora, a través de un proyecto de ley, el oficialismo busca que sean manejados por el Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess).

El pleno de la Asamblea realizó el primer debate de la iniciativa el pasado jueves.

Maritza Yépez, integrante del directorio del Fondo del Magisterio, defendió su condición privada e indicó que el 18 de agosto todos los aportantes realizarán una marcha nacional para proteger sus ahorros.

Publicidad

Agregó que el 22 y 23 de agosto, en una convención nacional, se consultará a los afiliados sobre qué organismo debería administrar el fondo. Para ello se instalarán urnas y se imprimirán papeletas con la pregunta para los aportantes.

También tienen previsto solicitar una cita con el presidente Rafael Correa para exponer las razones por las que, a su criterio, los recursos deben seguir a cargo del Fondo.

Marlon Tenecela, miembro del directorio en Guayas, afirmó que insistirán en mantener la administración, pero en caso de que se apruebe la propuesta de norma oficialista, la mayoría de maestros ha indicado que retirará su dinero.

Publicidad

Es el caso de Patricia Togra, maestra afiliada al fondo desde hace 19 años, quien rechaza que el Biess quiera administrar un dinero que no le pertenece. “Me desafiliaría, no tengo por qué darle más dinero al IESS, si ya me descuenta”, refirió.

Ella contó que la próxima semana recibirá la vivienda que adquirió en la urbanización Jardines del Río con el crédito hipotecario otorgado por el fondo y que por muchos años no pudo conseguir en ninguna institución financiera.

Publicidad

“Por el bajo sueldo de los profesores, los bancos no nos prestan dinero y mucho menos un hipotecario”, afirmó.

Togra aporta $ 15 mensuales y recibe una rentabilidad del 6% semestral. También se ha beneficiado de un crédito para pagar la enfermedad de un hijo.

Magali Cevallos dijo tener miedo de perder su dinero. Ella se jubiló en diciembre pasado y aportó por quince años al Fondo del Magisterio. Luego decidió seguir ahorrando para comprar una vivienda.

La profesora dijo que el fondo la ha sacado de apuros al darle créditos rápidamente, mientras que el Seguro se tarda meses. Y citó como ejemplo que la cesantía que le dio el IESS con 40 años de servicios fue de $ 4.500 y la del fondo, de $ 4.200 con quince años de ahorro.

Publicidad

Julio Muriel considera que el Gobierno no tiene derecho a manejar sus ahorros.

El maestro lleva doce años aportando al FCME y actualmente es uno de los 6.342 docentes accionistas de la central hidroeléctrica Sabanilla (Zamora Chinchipe).

El Fondo de Cesantía del Magisterio debe seguir administrando los ahorros, porque es la única forma como los maestros hemos podido obtener vivienda”.Hilda Chauca Maestra