El primer acto oficial del presidente Rafael Correa luego de sus vacaciones fue la inauguración de la ruta Collas de 11,5 kilómetros que une al norte de la capital con el aeropuerto de Tababela, con un ahorro de 30 minutos. La inversión fue de $ 198 millones.

Tras agradecer al exvicealcalde de Quito, Jorge Albán y al exalcalde Augusto Barrera -en ese orden- por los esfuerzos que emprendieron para concluir la obra aunque se inaugure en otra administración, el mandatario dirigió su discurso a la necesidad de que los Gobiernos seccionales asuman sus competencias y responsabilidades económicas.

"Es necesario que cada nivel de gobierno asuma responsabilidades porque en este caso $ 200 millones eran de responsabilidad municipal... El Gobierno puede pagar esta obra gracias a impuestos, a la renegociación de los contratos petroleros, a la renegociación de la deuda, etc, sin embargo muchos municipios no recaudan impuestos, demagogicamente hablan de reducir cobros para quedar bien con electores", dijo el mandatario.

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Criticó el regionalismo y lo que llamó posturas irresponsables y separatistas de ciertos grupos políticos que no identificó, pero aseguró son de extrema derecha que está tras de una "estrategia concertada".

Según el mandatario que sugirió "preguntar al embajador en España", sobre que en ese país se reunieron recientemente "un candidato de la derecha, un banquero guayaquileño, un importante periódico nacional con la extrema derecha española".

Con esta "restauración conservadora sin límites", dijo y con los medios de comunicación como instrumentos, "estamos en el mundo al revés".

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Correa advirtió también que el Ecuador vive "años fiscales difíciles por la construcción de megaproyectos energéticos.  Pero añadió que a pesar de ello, se cumplirá con el compromiso adquirido para la construcción del metro de Quito con $ 750 millones pero advirtió: "ya no podemos más porque tenemos propias obligaciones".

Se estima que el costo del metro supera los $ 2.000 millones, según las ofertas presentadas.

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También sin nombrarlo, criticó al alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, por su defensa del Puerto de Guayaquil. Para el primer mandatario "lo que busca (Nebot) es controlar el Puerto porque le da poder político".