En el segundo proceso que se sigue por el presunto delito de magnicidio contra el presidente Rafael Correa, que se habría configurado el 30 de septiembre del 2010, la Fiscalía afirmó que los seis policías acusados estaban ubicados “en sitios estratégicos”, lo cual supuestamente les permitió disparar hacia la caravana que participó en el operativo de ‘rescate’ del Hospital de la Policía.

Esta hipótesis fue planteada ayer, durante el tercer día de la audiencia de juzgamiento que se instaló el pasado martes en el Tribunal Séptimo de Garantías Penales de Pichincha.

Y según la Fiscalía, fue confirmada con los testimonios de los uniformados que sirvieron como “escudos humanos” del jefe de Estado.

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El primer caso de magnicidio se siguió en contra del exdirector del Hospital de la Policía, César Carrión, quien fue absuelto por la justicia.

La investigación concluyó que “desde los lugares donde se encontraban apostadas las personas que trataron de atentar contra la vida del presidente tenían línea de fuego directo”, aseguró el fiscal del caso, Gustavo Benítez.

La entidad hizo una experticia de trayectoria balística con base a los videos entregados por varios medios, un informe de reconocimiento de los carros utilizados en el rescate y que presentaron disparos de armas de fuego de diversos calibres, y una pericia de reconocimiento del lugar de los hechos.

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Incluso, dijo Benítez, uno de los testigos dio cuenta de que en el momento en que el presidente salió del Hospital de la Policía, la persona que estaba delante de él, cubriéndolo con su cuerpo, recibió disparos.

A la jornada de ayer concurrieron 13 de los 75 testigos de la Fiscalía. Un número igual de testigos convocó la defensa de los acusados.