Libertad es su respuesta cuando le preguntan lo que siente cuando está al mando de la vela. Para ella, el velerismo es lo que más disfruta, lo hace sin presión, disfrutando de la brisa y los rayos del sol en cada uno de sus recorridos acuáticos.

Se trata de Romina De Iulio, una joven de 15 años que desde el 17 de agosto participará en los Juegos Olímpicos Juveniles, disciplina en vela, en Nanjing, China, como única representante del país.

Ella tendrá que cumplir con diez días de regatas, dos por día. Con la sumatoria final de todas se premiará el primero, segundo y tercer lugares en hombres y mujeres.

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Romina hace vela desde que tiene 11 años. El año pasado obtuvo el primer lugar en el Campeonato Nacional de Optimist en Sao Paulo, Brasil. También fue seleccionada timonel del año. En el 2012 obtuvo el sexto lugar en mujeres, en un campeonato abierto en Miami, EE.UU.

Romina, quien pertenece al club Salinas Yacht Club y vive en la cdla. Paseo del Sol (km 3,5), recuerda que su interés por el velerismo surgió a raíz de una escena que marcó su vida. “Estaba comiendo con mi familia en Salinas, y vi un grupo de chicos subidos en un barco chiquito que se reían y pasaban chévere, y de una sentí muchas ganas de formar parte de un grupo así y conocer acerca de ese deporte, así que les dije a mis papás que quería aprender velerismo y ese mismo año empecé un curso en Salinas”. Allí conoció a muchos chicos que ya habían participado en competencias fuera del país, ellos le contaron sus experiencias y anécdotas, lo que incrementó su interés.

Navegó optimist durante 4 años, participó en torneos abiertos y campeonatos locales. El año pasado, durante una clínica, como se denomina a un seminario de entrenamiento, en España, Gael Le Maugen, un entrenador francés, se interesó por las destrezas que vio en Romina y se contactó con ella. Él motivó a los padres de Romina para que la dejen participar en las últimas eliminatorias antes de los juegos olímpicos en China. “Conversamos con su entrenador de aquí y nos dimos cuenta que sin importar el resultado final sería una excelente oportunidad de aprendizaje, así que lo hicimos a pesar de que tanto las eliminatorias como la competencia en sí se realizarán en botes que no existen en Ecuador”, explica la mamá, Natalia García.

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Este bote se llama byte, se caracteriza por ser de vela ligera. Ningún país de Sudamérica lo tiene, solo Brasil. “Al principio fue difícil porque nunca había navegado con ese bote, no lo conocía, pero tengo mucha facilidad para aprender a la primera y me familiaricé con la técnica superrápido”, dice.

Esto fue en febrero, Romina regresó a Ecuador sin saber que había obtenido un cupo. “No lo podía creer porque no todos los días recibes una llamada del Comité Olímpico que te confirma que podrás participar en unas olimpiadas y representar a tu país, fue increíble”, indicaa. En la clasificación participaron unos 32 veleristas de Sudamérica, Romina fue la única de Ecuador.

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Ella es la mayor de cuatro hermanos; todos en la familia aman el deporte. El papá, Francesco De Iulio perteneció a la selección de natación del país, y la mamá, a la selección de básquet del Guayas.

Su vida mantiene horarios estrictos en todas las actividades que realiza. Sus entrenamientos son de jueves a domingo; todas las semanas falta dos días a clases. Ella está en primero de bachillerato en el colegio Delta (km 12,5). Además va al gimnasio dos horas diarias, ya que este deporte le exige mayor contextura física. Por su estatura de 1,55 m debe pesar 115 lb, hasta el momento pesa 104 lb. Ha sacrificado mucho su vida social. “Yo lo que he hecho a veces es traerla el sábado desde Salinas, la ayudo a vestirse, maquillarse y la voy a dejar a la fiesta y a la hora que se acaba la recojo y vamos directo a Salinas para continuar con el entrenamiento el domingo”, cuenta Natalia. Una de sus metas a corto plazo es participar en el sudamericano en Caracas, Venezuela, que será en octubre. Además quiere participar en las olimpiadas en Río de Janeiro, Brasil, en el 2020.

dicen de ella “Ella es un ejemplo de que sí se puede ser buena alumna y deportista, cuando estás dispuesta a sacrificar muchas cosas y esforzarte”.NATALIA GARCÍA, mamá de Romina