La Camisería Fierro y el Bazar Mickey
Estos establecimientos se inscribieron en la memoria comercial y afectiva de la comunidad guayaquileña por la manera como sus fundadores entendieron la línea de servicio que prestaban a sus vecinos.

La Camisería Fierro abrió sus puertas en el mes de diciembre de 1948, según un aviso de promoción por aniversario publicado en EL UNIVERSO, Diario en el que aparece la propaganda del negocio durante varias décadas, incluso en la actualidad.

Su propietario, Juan Fierro, se inició en la esquina de Clemente Ballén y Escobedo, con la fabricación y venta de camisas al por mayor y menor; después amplió la línea de ropa confeccionada para damas, niños y caballeros.

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Es muy conocida la afluencia de clientes a ese emblemático local durante todo el año, pero que se incrementa en los días que anteceden al inicio de clases, pues los padres acuden por los uniformes y vestimenta completa para sus vástagos. Lo mismo ocurre en temporadas de abanderados, de celebraciones especiales por la madre el padre, Navidad, etcétera.

En cambio, el Bazar Mickey, de Segundo Miguel Rodríguez, atendió por muchos años en su local de Eloy Alfaro 2020 y Colombia, en el Barrio del Astillero. Se especializó en la importación directa de mercaderías para uso del hogar, novedades, regalos, perfumería y ropa para damas y caballeros.

Las grandes, surtidas e iluminadas vitrinas del Bazar Mickey alegraban la barriada y eso contagiaba a sus clientes, que de distintos sectores llegaban durante el día o parte de la noche a realizar sus compras. Merecida evocación.
Germán Arteta Vargas

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Todo en mi pueblo luce portentoso/ Y revela su hechizo y su esplendor:/ Risueño siempre, juvenil y hermoso/ En invierno y en verano se mostró.
Rita Lecumberri Robles