Por tres razones, Migración y Extranjería canceló el viernes pasado la visa al ciudadano estadosunidense Oliver Utne: portar una visa auspiciada por una organización que cerró su personería jurídica en diciembre del 2013;  no notificar del cambio de su actividad en Ecuador cuando dejó de ser voluntario; y no gestionar una nueva visa que refleje su situación actual en el Ecuador.

Utne, era voluntario de la fundación Pachamama que fue disuelta por el Ministerio de Ambiente en diciembre del 2013 por supuestamente dedicarse a actividades que no le correspondían.

A través de un comunicado, la Cancillería ecuatoriana informó que el día que se canceló su visa, recibió una "asesoría migratoria con funcionarios especializados".

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"Es obvio que el riesgo de una posible violación de derechos no proviene del Estado, sino de las redes de trata y tráfico de personas, que justamente aprovechan de la situación de irregularidad para someter a sus víctimas. Efectivamente, el Estado debe velar por los derechos de las personas en movilidad, independientemente de su situación migratoria y una manera de hacerlo es la prevención, ese es el único objetivo de la notificación", justificó el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Esta notificación se dio horas después de que Utne junto con los estadounidenses Robin Fiuk y Diane Holzer fueran detenidos al cierre del evento de Fundación Pachamama en el Jardín Botánico (norte de Quito), por agentes migratorios vestidos de civil en un operativo "de rutina".

Tanto Oliver como Robin trabajaron como voluntarios y luego colaboraron con la Fundación Pachamama en un proyecto de transporte solar en la Amazonía y en el programa de salud materno infantil. 

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Ellos fueron liberados pasada la medianoche.

El activista norteamericano Oliver Utne dejó el país el viernes.

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