Clínicas privadas y centros de Junta alivian parte de carga del Ministerio

“Yo estoy aquí en esta clínica, pero he estado también en el Ministerio de Salud y en el IESS, la atención es buena”, dice Ana Cubillos, una playense que aguarda nerviosa que su novio Vinicio Falcón sea operado del corazón en la clínica Guayaquil, el jueves pasado.

Su prometido sufrió el 8 de junio un infarto. “Lo llevamos al hospital de Playas y de ahí en la ambulancia del 911 lo trasladaron al hospital Guayaquil, luego a esta clínica para que le hicieran un cateterismo (proceso médico para abrir las arterias del corazón)”, explica.

Además de su novio, Ana también ha recibido atención en esa clínica, a la que ha llegado transferida del IESS. “Yo me he operado aquí por el Seguro Social, mi hija también se operó aquí por el Seguro Social. Me hicieron una histerectomía, me sacaron el útero”, dice.

La semana pasada, cuenta, le terminaron de hacer unos exámenes en el hospital Teodoro Maldonado Carbo, pues le detectaron células cancerígenas no agresivas y, asegura, tiene cita el 23 con su oncóloga.

“Me están atendiendo de maravilla”, dice el afiliado Víctor Hugo Muñoz, quien se recupera de una cirugía también en la clínica Guayaquil.

“Yo vengo del IESS. El IESS me derivó al hospital del Seguro, pero yo no me dejé operar, después cuando ya vi la cosa seria ahí me decidí a operar y también porque me gustó (la clínica). Yo necesito personal competente”, comenta.

Como Ana y Víctor Hugo hay más pacientes del Ministerio de Salud o del IESS que tras haber sido transferidos a los hospitales de la Junta de Beneficencia o a clínicas privadas defienden la gestión de ambas entidades públicas, a diferencia de otros que a diario se quejan de la atención y la escasez de medicinas en la red del MSP o la demora en conseguir una cita médica en el IESS.

La Junta, en primer lugar, y los centros privados, en segundo lugar, se ubican a la cabeza de los diez proveedores de salud en Guayaquil, según datos del INEC con fecha del 2012.

A ellos les siguen el Ministerio de Salud, el IESS, los ministerios de Defensa y de Policía, Solca, las universidades o los privados sin fines de lucro.

En total, los diez proveedores suman 87 establecimientos médicos que disponen de 5.927 camas, un porcentaje que resulta insuficiente para la demanda de pacientes que actualmente congestionan no solo los hospitales públicos sino también las entre 20 y 25 clínicas privadas con las que el IESS y el MSP mantienen convenios.

Aunque se solicitó información sobre los recursos que destinan el IESS y el MSP a la transferencia de enfermos, mediante estos convenios, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo información.

“La demanda es muy alta, no nos alcanzamos, pero hacemos nuestro mejor trabajo y le pedimos al padre comprensión y cariño, porque muchas veces los niños están uno al lado del otro, pero hay tantos niños que tenemos que atenderlos”, dice Enrique Valenzuela, director del pediátrico de la Junta de Beneficencia, Roberto Gilbert.

Ahí se atiende cada año medio millón de consultas, se hospitalizan 25 mil niños y se hacen 18 mil cirugías.

En este hospital se operó el martes 15 la pequeña Valeria, de 2 años. Su padre, Vicente Concha, un empleado del ECU-911, llegó al hospital derivado del IESS. “Siempre vengo acá; para los niños se puede decir que es lo mejor que hay en la ciudad y en el país”, comenta el padre.

Valenzuela recalca que la Junta es un socio estratégico del Gobierno por la atención de males de alta complejidad. Roberto Gilbert, director de la clínica Guayaquil, coincide que la salud privada cubre más del 50% de cosas complejas y severas. “Hasta la familia Correa (en alusión al presidente Rafael Correa) confía la salud de su tía en esta clínica, por el Seguro Social, ojo, por el Seguro Social”.

Obras
Guayaquil contará con dos hospitales del Ministerio de Salud, el de Zofragua (sur) y el de Monte Sinaí, además de la ampliación del Universitario.

El IESS también construye un hospital en Los Ceibos. La Junta edifica otra maternidad al norte, junto al pediátrico.