Estados Unidos deportó ayer a 38 personas a Honduras en un primer vuelo de deportaciones aceleradas desde que estalló una crisis humanitaria que incluye a 57.000 menores que llegaron ilegalmente a ese país desde de octubre pasado, informaron fuentes hondureñas.

Una comisión del gobierno de Juan Orlando Hernández y representantes de organismos no gubernamentales encabezada por la primera dama, Ana García de Hernández, recibió a 17 mujeres y 21 niños con edades de entre 18 meses y 15 años, en el aeropuerto de la ciudad de San Pedro Sula, 240 km al norte de Tegucigalpa.

Según EE.UU., desde octubre del año pasado unos 57.000 menores sin compañía de adultos, en mayoría provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, fueron interceptados en suelo estadounidense después de ingresar clandestinamente, por lo que el gobierno de Barack Obama declaró una “emergencia humanitaria”.

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La Casa Blanca dice que está abierta a crear una nueva ley o modificar una del 2008, aprobada bajo el mandato republicano George W. Bush, que prohíbe la deportación automática de menores indocumentados procedentes de países no fronterizos.