Las familias que residen en la parroquia San José del cantón Atahualpa, en El Oro, se resistieron a una evacuación que organizó el miércoles pasado el Comité de Operaciones Emergentes de la provincia con personal del Ejército, Policía, Bomberos y de otras instituciones locales.

La medida es una recomendación técnica porque el cerro tiene unos 5 m de fisura y amenaza con deslizarse. En la zona se mantiene la alerta naranja declarada por la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR).

“Contamos con un albergue donde deben permanecer las familias”, dijo el gobernador Pablo Granda.

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Silvia Landín, directora del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), Distrito Piñas, señaló que desde enero pasado han salido del sitio unas 34 familias, pero retornaron apenas desapareció el peligro en las faldas del cerro. Otras están en hogares de parientes donde reciben ayuda del MIES. En el sector, cuatro viviendas ya colapsaron y una decena estaría en riesgo.

Arturo Freire, presidente de la Junta Parroquial, aseguró que el peligro ha pasado y respaldó la decisión de la población. “La gente no quiere salir porque no tiene nuevas viviendas donde ir; queremos un plan de viviendas” señaló.