Una máquina robotizada comenzó este jueves a escribir el texto sagrado de la Torá (Libro de la ley de los judíos) en el Museo Judío de Berlín, asumiendo así la tradicional labor que los escribanos hebreos llevan realizando durante siglos.

Ataviado con tinta y pluma, el brazo del robot escribirá a velocidad humana diez horas diarias y reproducirá "a la perfección" el estilo original de los copistas, según declaró durante su presentación Cilly Kugelmann, directora del museo de la capital alemana.

El robot forma parte de la exposición "Die Erschaffung der Welt" ("La creación del mundo"), que acoge estas semanas el Museo Judío y que muestra la colección privada de manuscritos hebreos más grande del mundo.

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La tecnicidad de su trabajo mecánico -"no necesita comer, beber, ni ir al baño", bromeó Kugelmann-, permitirá además al robot terminar de escribir los 304.805 caracteres de la Torá "en sólo tres meses", frente a los nueve que un copista experto necesitaría.

Según explicó a EFE Jan Zappe, uno de los creadores de esta instalación artística, es además fácil de mantener, pues la tinta se cambia una vez a la semana y el rollo de pergamino -para esta Torá se necesitan 80 metros-, aguantará corriendo hasta el final de la muestra.

El rabino Reuven Yaacobov, que enseña al público de la exposición cómo se escribe la Torá al estilo tradicional, afirmó en declaraciones que se trata de un trabajo "muy bonito", pues servirá para dar a conocer esta milenaria tarea.

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La Torá es el texto de los cinco primeros libros (Genésis, Exódo, Levítico, Deuteronomio) de la Biblia Hebrea (pentateuco para los cristianos).

No es el primer encargo de este robot, que fue presentado por vez primera en 2007 en Karsruhe y que, tras pasar por la Cartuja de Sevilla en 2008, concluyó en 2012 la ardua tarea de transcribir la Biblia a pluma.

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Bajo la supervisión equipo técnico y artístico formado por Matthias Gommel, Martina Haitz y Jan Zappe, el robot instalado entonces ante la catedral de Tréveris invirtió nueve meses en reproducir en papel alrededor de cinco millones de letras y signos en más de 2.000 páginas.