El enfoque fue similar en varios medios de comunicación bajo tutela estatal. Se vinculó a la actual situación del periódico Hoy con diversos problemas registrados desde hace varios años, en especial económicos, antes que con la Ley de Comunicación o el accionar del Gobierno contra la prensa.

Estos últimos han sido señalados como razones de la crisis por parte del director del rotativo, Jaime Mantilla, al anunciar que dejaba de imprimirlo diariamente.

El periódico quiteño, con 32 años como institución, imprimió sus páginas hasta el pasado domingo por varios motivos. Mantilla argumentó un “boicot publicitario” y la “gradual pérdida de libertades”, en alusión a la referida ley y a ciertas medidas gubernamentales.

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Un boletín oficial que el secretario de Comunicación de la Presidencia, Fernando Alvarado, hizo circular la noche del pasado jueves salió a hacer frente a esta versión.

Y tal como los argumentos que para entonces los medios estatales ya habían expuesto, allí también se mencionaron las pérdidas económicas, la disminución del tiraje y las denuncias de índole laboral.

Alegó que el desenlace de Hoy fue producto de “graves problemas administrativos, financieros, laborales y de escasa circulación”, y no a causa del régimen -con 7 años en el poder- o la Ley de Comunicación -vigente hace un año-, remarcó Alvarado en el comunicado.

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Su postura coincidió con lo que ya habían estado planteando el matutino El Telégrafo, la agencia Andes y el portal en internet El Ciudadano durante toda la semana.

Lo hicieron por separado, cada cual con su estilo de redacción, y evidenciando el acceso que tienen a información resguardada por el Estado sobre ciertas empresas, como Edimpres, la impresora del Hoy.

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El Ciudadano, incluso, divulgó una de sus notas en inglés.

Los medios estatales citaron reportes oficiales de entidades de control y a sus autoridades.

Los artículos arrancaron el pasado miércoles, es decir, al tercer día de que Hoy circulara solo en versión digital.

Así, por ejemplo, El Telégrafo y Andes subrayaron en sus respectivas ediciones del 2 de julio las pérdidas económicas que el rotativo registró “en los últimos 15 años”, y que para el 2013 alcanzaban los $ 4’215.753.

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Los dos refirieron que la Superintendencia de Compañías había notificado al diario, en junio pasado, por haber incurrido en una de las causales legales de disolución, y que tenía 30 días para subsanar el déficit.

Se aludió al numeral 6 del artículo 361 de la Ley de Compañías, que dispone la disolución de una empresa cuando sus pérdidas superan el 50 % de su capital. Se informó que el registrado por el periódico quiteño fue de $ 4’600.000.

Las siguientes publicaciones recogieron datos como el ‘maquillaje’ del tiraje o la nómina de accionistas, y volvieron a referir la situación financiera que Hoy atravesaba al momento de anunciar la suspensión.

Por su parte, El Ciudadano compartió el 2 de julio un artículo en inglés sobre cómo el medio ‘camufló’ sus datos de circulación “durante 15 años”.

Similares enfoques y datos proporcionó TC Mi canal, también bajo control estatal desde que fue incautado a los exdueños de Filanbanco.

La nota del 3 de julio de Andes reprodujo las declaraciones del ministro de Relaciones Laborales, Carlos Marx Carrasco, sobre los incumplimientos laborales del periódico, y que, según él, se traducían en sanciones pecuniarias por $ 151.000.

El caso del diario Hoy no es un asunto ni periodístico ni político ni de falta de libertades en el país, sino exclusivamente empresarial”.Fernando Alvarado, secretario de Comunicación