Los vientos que atizaron la discordia entre el Gobierno y el movimiento indígena vinieron de lado y lado. Mientras los indígenas conformaban ayer el Parlamento de los Pueblos del Ecuador, militantes de Alianza PAIS se concentraron en la Plaza de la Independencia para respaldar al presidente Rafael Correa.

Tras la marcha contra la Ley de Recursos Hídricos que atrajo a cientos de indígenas a la capital el martes pasado, unos 400 se quedaron en Quito para iniciar las labores del Parlamento. Movimientos de estudiantes, maestros, obreros y ecologistas se unieron al plan.

Luego de una plenaria realizada en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, los dirigentes comunicaron las primeras resoluciones. El presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez Guartambel, señaló algunos mandatos: mantener el subsidio al gas, prohibir el extractivismo en fuentes de agua, retomar el libre acceso a la universidad, llamar a consulta popular para la próxima reforma constitucional, rechazar la reelección indefinida, entre otros.

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Del otro lado, el movimiento Alianza PAIS instaló ayer en la mañana una tarima frente al Palacio de Carondelet para concentrar a cientos de militantes provenientes de varias provincias.

La presidenta de la Federación de Indígenas de Chimborazo, Delia Cacuango, leyó un manifiesto por el cual los simpatizantes se comprometieron a apoyar y defender la Ley de Recursos Hídricos, así como al proceso político de la revolución ciudadana.

En medio de los gritos que clamaban su reelección, el presidente Rafael Correa señaló que el cuerpo legal no permitirá la privatización del agua puesto que la Constitución la prohíbe y pidió a las bases indígenas que se rebelen ante sus dirigentes.

(El Parlamento de los Pueblos del Ecuador) es un espacio donde se pueden incluir todos los sectores que han sido vilipendiados y perjudicados por parte del Gobierno”.Salvador Quishpe, dirigente