Los trópicos siguen su expansión provocada por el cambio climático, pero en un grado menor al inicialmente previsto, indican un informe presentado este domingo simultáneamente en Australia, Singapur y Birmania (Myanmar).

El estudio corrobora el análisis realizado en 2009 por la Universidad James Cook de Australia, que detectó un crecimiento de la zona tropical en ambos hemisferios debido calentamiento del planeta provocado por la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.

La nueva investigación, basada en 30 estudios realizados por una docena de instituciones académicas, rebaja, sin embargo, la estimación de hace cinco años, que pronosticó una expansión de entre 222 y 533 kilómetros en 25 años, y la sitúa a entre 138 y 277 kilómetros.

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"Condiciones áridas subtropicales se encontrarán en regiones de mayor latitud que históricamente han tenido un clima más templado. Esto tendrá implicaciones en la gestión del agua y de la agricultura", dijo, en un comunicado, el autor del informe, Jo Isaac.

"Regiones próximas a la zona ecuatorial sufrirán un aumento de lluvias extremas, que pueden causar inundaciones, el desplazamiento de comunidades y enfermedades", añadió.

El trabajo científico también relaciona la expansión de la zona tropical con la de la acción de ciclones y tormentas tropicales en regiones que anteriormente no padecieron estos fenómenos meteorológicos.

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El informe se complementa con un análisis socioeconómico que concluye que en 2050 la mitad de la población mundial y el 67 por ciento de los menores de 15 años vivirán en regiones tropicales, sobre todo en África.

"Esto nos obliga a repensar las prioridades a nivel mundial en relación a la ayuda, el desarrollo, la investigación y la educación", dijo la viceconsejera de la Universidad James Cook, Sandra Harding.

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Según el estudio, en los últimos 30 años la región tropical ha tenido un crecimiento mayor al del resto del mundo y ha pasado a representar un 18,7 por ciento de la economía global frente al 14,5 por ciento de 1980.

Pero el trabajo también alerta de la vulnerabilidad de esta región a los efectos del cambio climático en seguridad alimentaria, acceso a agua potable, enfermedades y crecida del nivel de los océanos.