El Banco del Estado (BEDE) retirará el subsidio de la línea de crédito que más fue desembolsada en el 2013: la de saneamiento ambiental.

El segmento otorga financiamiento para proyectos de agua potable, alcantarillado y residuos sólidos (basura), de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).

El informe de rendición de cuentas del BEDE indica que ese año fueron desembolsados $ 521 millones en préstamos; y que: “el sector más beneficiado fue saneamiento ambiental, pues fue favorecido con el 36% del total”. Es decir, unos $ 187 millones.

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El Gobierno reorientará esta subvención a otras líneas, como parte de una reingeniería de los créditos del BEDE.

Así lo anunció el presidente Rafael Correa, en su enlace sabatino de la semana pasada, al tiempo de asegurar que el régimen no podía “apoyar más” en competencias que no eran de su responsabilidad.

Informó que los subsidios, es decir, no reclamar parte del reembolso, irán a proyectos de catastro, gestión de riesgo y estudios para preinversión.

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Esto preocupa en cantones con poca población y varias carencias, como Yacuambi, en Zamora Chinchipe. El alcalde Jorge Sarango (Pachakutik) indica que las 65 comunidades del cantón (5.835 habitantes) no tienen agua potable y solo dos cuentan con alcantarillado. “Ningún municipio puede funcionar sin créditos”.

El alcalde de Santa Cruz, en Galápagos, Leopoldo Buchelli (del Movimiento de Identidad Provincial), dice que ese financiamiento se complementa a las rentas que el Estado asigna por ley. Y afirma que su cantón (14.579 habitantes) no depende de él, pero que sí le preocupa que otros no accedan.

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El informe del BEDE subraya que “los niveles de mayor subvención” fueron asignados a la Amazonía, Galápagos y al sur del país. No detalla dónde o a cuánto ascendió el subsidio.

Correa aclaró en el enlace que los créditos seguirán, y que incluso serán a más plazo.