Sus compañeros lo esperaban, como de costumbre, para ir al aeropuerto y embarcarse en el avión que comandarían en la ruta trazada para el día. Lo llamaron en varias ocasiones a su celular, pero Víctor Gómez, piloto de nacionalidad panameña, no respondió. Eran cerca de las 05:00 de ayer.

La preocupación de sus colegas de la aerolínea Copa Airlines creció ante la falta de respuesta, por eso llamaron a la Policía, según el mayor Diego Pavón, para que ingresara a la habitación del piloto, que dormía en un hotel del centro de Guayaquil, ubicado en la av. 9 de Octubre y García Moreno.

Al entrar, la Policía encontró al hombre muerto en la cama. Un paro respiratorio habría terminado con su vida.

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El fiscal Orly Argudo acudió al levantamiento del cadáver del extranjero, del que hasta el cierre de esta edición se desconocía su edad.

“Se trata de una muerte súbita. Se va a hacer la indagación respectiva a fin de establecer la verdadera causa de la muerte. No hay signos ni señales de violencia. El escenario se encontró tal como habían pasado las cosas, nadie había manipulado la escena de la muerte. (Estaba) en la cama, en la habitación, solo”, acotó Argudo.

El cadáver del piloto fue llevado ayer a la morgue policial de esta ciudad, en el norte, para la autopsia respectiva. Su cuerpo iba a ser repatriado a su país natal, Panamá.