La propagación del sarampión a diferentes comunidades de Quisapincha tiene su efecto negativo con la disminución de las ventas de los artículos de cuero, como chompas, zapatos, carteras, y otros que confeccionan artesanos y grandes comerciantes, lo que han dado fama nacional y mundial a esta parroquia de Ambato.

Héctor Toro, vocal de la Junta Parroquial de Quisapincha, señaló que 50 artesanos se ubican los sábados, domingos y días feriados en la plaza central para ofertar sus productos y que unos 200 locales comerciales lo hacen en la parte céntrica. En este momento no les llegan turistas por el virus.

Zoila Silva explicó que antes vendían de $ 700 a $ 800 por feria y que en el último fin de semana no reunieron ni $ 50. “Con eso no se puede ni cancelar a los empleados”, acotó.

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Al respecto, la asambleísta de Tungurahua, Betty Carrillo (AP), dijo que se debe buscar un sitio alternativo para las ventas y que la producción de Quisapincha se comercialice.