Carlos Vainer, profesor del Instituto de Investigación Urbana y Regional de la Universidad Federal de Río de Janeiro, disertó en la Flacso en Quito sobre los megaeventos deportivos y los cambios en las grandes ciudades.

¿Podría calificarse como un error organizar un millonario mundial en Brasil?
El error es que la gente no haya sido consultada (...). A nadie le dijeron cuánto costaría, cuántas personas serían desplazadas (...) para asegurar las grandes obras de especulación urbana.

¿Sería más del 55% de brasileños que, según la firma Datafolha, considera que el Mundial traerá más perjuicios que beneficios?
La gente dice sí queremos fútbol, pero no queremos a la FIFA (...), que eso sea transformado en un gran negocio la gente dice no, que eso signifique el despilfarro de fondos públicos en el cual más del 40% de los domicilios no tiene alcantarillado, las escuelas son de pésima calidad (...). Entonces, ahí la gente dice que hay otras prioridades...

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El Gobierno dice que las protestas se deben a que 40 millones que salieron de la pobreza y antes no exigían nada, ahora lo hacen.
Si yo digo que alguien gana $ 20 a la semana y que la línea de pobreza es $ 21, si pasas a $ 22 saliste de la línea de la pobreza. No creo que haya cambiado mucho la vida de esa persona...

Los manifestantes reclaman por más hospitales, escuelas y el costo en el transporte, ¿son problemas básicos que aún no logra superar el modelo Lula-Dilma?
Las fuerzas políticas y económicas que gobiernan al país son las mismas con Lula, con Dilma (...). Los procesos de privatización, liberalización económica, el servicio de la deuda pública subordinada a la gran banca, de la gran finanza nacional, eso se mantuvo intocable.