Entre 3.000 y 4.000 personas participaron el sábado sin incidentes en el primer desfile del Orgullo Gay en Nicosia, convocados por asociaciones a favor de la unión civil entre personas del mismo sexo, pese a la fuerte oposición de la Iglesia.

La marcha en la que participaron 4.000 personas según los organizadores -3.000 según la policía- duró unas dos horas y debía prolongarse durante la noche con una fiesta en un jardín público cercano al Parlamento.

El objetivo de la marcha era dar "visibilidad, ánimo y fuerza" a la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) 16 años después de la despenalización de la homosexualidad en el país, explicó a la AFP Sortiris Andreou, secretario general de la asociación organizadora del evento.

Publicidad

Los miles de participantes, esencialmente jóvenes y familias con niños, marcharon en un ambiente distendido, aunque escoltados por la policía. Tras concentrarse en la plaza Elephteriye (Libertad en griego) se dirigieron hacia el Parlamento, a un km de distancia.

Al evento acudieron también turcochipriotas, venidos de la parte norte de la isla dividida, donde la homosexualidad no ha sido despenalizada hasta el pasado mes de enero y donde ya se celebró una manifestación a mediados de mayo.

Antes de la marcha, la policía desplegada cerca del Parlamento impidió a un centenar de contramanifestantes, incluidos obispos y curas, dirigirse hacia el lugar de arranque de la Gay Pride.

Publicidad

El Movimiento Cristiano Ortodoxo, un grupo minoritario chipriota, había convocado esta contramanifestación para mostrar su rechazo a un proyecto de ley que prevé legalizar la unión civil entre personas del mismo sexo.

La poderosa Iglesia ortodoxa de Chipre reaccionó negativamente al anuncio de la marcha del Orgullo Gay y consideró que la palabra de Dios condena la homosexualidad como una "aberración moral" y que las relaciones homosexuales "no son una elección de vida normal".

Publicidad

La asociación Accept-LGBT Cyprus, organizadora de la marcha, sitúa a Chipre "en las últimas posiciones de la Unión Europea, junto a Letonia", respecto a la legislación y los derechos sociales y políticos de la comunidad LGBT.

Un segundo proyecto de ley para criminalizar los discursos de odio contra los homosexuales está previsto que llegue al parlamento.