Rafael Correa acusa a Chevron de engañar a la justicia ecuatoriana

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, acusó ayer a la petrolera estadounidense Chevron de engañar a la justicia ecuatoriana, al contratar a técnicos para que realicen visitas extrajudiciales a zonas petroleras clave dentro de un juicio por contaminación.

Las inspecciones debían realizarse por especialistas designados por las partes dentro de un polémico juicio que comunidades indígenas plantearon contra Chevron, pero Correa aseguró que la petrolera contrató técnicos adicionales para que inspeccionen los campos previamente y oculten información.

En el juicio se condenó a Chevron a pagar unos 9.000 millones de dólares por daño ambiental, pero los indígenas aún tratan de ejecutar la millonaria sentencia en terceros países.

"Son unos sinvergüenzas que sabían que habían contaminado, pero con sus millones quieren quedar en la impunidad", señaló el mandatario a periodistas en Guayaquil.

Los informes de los especialistas contratados por Chevron confirmaban la contaminación en las áreas petroleras, pero no fueron entregados en el proceso judicial, según el mandatario.

Ecuador tuvo acceso a esos documentos por orden de un juez.

"Chevron hizo pre inspecciones en los diferentes pozos para que, cuando venga el peritaje en la corte, vaya a donde no había contaminación, tratando de engañar a la justicia", añadió Correa, al señalar que existen centenas de documentos que revelan sus denuncias.

Chevron contradice a Correa

Chevron dijo que las acusaciones del presidente carecían de fundamento y buscan distraer "la atención para evadir la responsabilidad por las condiciones de la amazonia".

"Estas acusaciones como las anteriores que ha realizado el señor Correa y sus subordinados son completamente sin fundamentos", agregó el portavoz de la compañía, James Craig, a Reuters.

Texaco, que fue comprada por Chevron en el 2001, fue acusada de contaminar la selva durante su operación entre 1964 y 1992.

Chevron ha dicho que Texaco limpió todos los pozos de desechos de los que era responsable antes de entregar los sitios a la estatal Petroecuador, que aún opera en la zona.