El caos comenzó cerca de las 18:00 del miércoles 7, cuando cayeron las primeras gotas de la torrencial lluvia que afectó por más de cuatro horas a Guayaquil, Samborondón y Durán.

Esta precipitación, acompañada de tormentas eléctricas, fue la lluvia de mayor intensidad registrada en mayo desde el 2000, según el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) y dejó tres fallecidos y un desaparecido.

Wilmer M., de 22 años, falleció en la coop. Balerio Estacio cuando recibió una descarga eléctrica en su trabajo, y Nilo M., de 26 años, fue alcanzado por un rayo en el km 10 de la vía a Daule. Los menores, Ariana V., de 2 años, y su hermano Ariel de seis meses, se ahogaron en el sector El Fortín. El cuerpo del bebé aún no aparece.

Publicidad

A estos decesos se suman los daños materiales producidos por los 52,4 litros de agua por metro cuadrado que registró el Inamhi, y que se resumen en unos 18 sectores inundados (la mayoría en el noroeste de la urbe); cinco instituciones educativas anegadas y alrededor de 60 viviendas colapsadas en zonas como El Fortín, Lomas de la Florida, cooperativa Balerio Estacio y Nueva Prosperina.

Con este panorama y con los informes de anomalías en la temperatura del océano Pacífico que desde abril emitieron organismos como la Organización de las Naciones Unidas y el Centro Regional del Clima para el Oeste de Sudamérica, ya se teme la llegada del fenómeno de El Niño, evento que se presenta cuando hay un calentamiento de las aguas del mar y que provoca fuertes precipitaciones e inundaciones. En las costas del Ecuador no se presenta desde 1998.

En la Prefectura del Guayas, por ejemplo, el tema ya se debatía desde el 14 de abril, cuando Jimmy Jairala, prefecto, convocó a una reunión a varios organismos para debatir la posible llegada de este fenómeno. “Si bien se han dado algunas condiciones anómalas en el Pacífico central, no podemos ponerle nombre y apellido a lo que va a pasar en los próximos meses. Es muy temprano para hablar del fenómeno de El Niño”, dijo Jairala en esa reunión.

Publicidad

Ayer, casi un mes después, Raúl Mejía, coordinador regional del Inamhi, también habló de un calentamiento. “Tenemos un calentamiento importante en la zona del golfo de Guayaquil que se ha venido intensificando en las últimas semanas”. Pero no lo ligó a El Niño.

José Santos, coordinador del programa de cambio climático de la Espol, cree que esta anomalía no debe tomarse como un indicio de que el fenómeno El Niño afectará este mes al país.

Publicidad

“Para que sea un indicio debemos tener un calentamiento en el océano que abarque un área geográfica grande, desde las costas del Ecuador y que pase las Galápagos y que permanezca por tres meses por lo menos”, explicó.

La lluvia torrencial, según Santos, se debió a un fenómeno conocido como Zona de Convergencia Intertropical.

“Es una zona de nubes que normalmente en invierno está en Ecuador y que para esta época del año debe moverse a Centroamérica. Este es uno de los efectos del cambio climático en países tropicales, los patrones de lluvia normales se alteran”, indicó. Añadió que si el fenómeno se llegara a presentar, sería durante el último trimestre del presente año.

4
Víctimas

fue el resultado de la lluvia. Dos adultos se electrocutaron y dos menores se ahogaron.

Publicidad

92
milímetros

de agua en 24 horas se registraron en la zona del aeropuerto José Joaquín de Olmedo.

60
Casas

presentaron colapsos estructurales en varios sectores, la mayoría en el noroeste.

5
Instituciones

educativas están anegadas, entre ellas el colegio réplica Vicente Rocafuerte en el sector Socio Vivienda.