El presidente Rafael Correa volvió a advertir a la comunidad de Sarayaku (Pastaza) que protege a Cléver Jiménez, Fernando Villavicencio y Carlos Figueroa, acusados y sentenciados por injuriar al mandatario; lo hizo en su discurso durante la ceremonia de ascenso militar que se cumplió en la Escuela Militar Eloy Alfaro de Parcayacu.

​"No existe ningún obstáculo para que el Estado ejerza su soberanía en cada centímetro del territorio nacional para que la Policía cumpla con su deber de detener a los prófugos a los que supuestamente la comunidad ha dado asilo", dijo el mandatario.

Según Correa, esta comunidad no puede aprovecharse de las medidas provisionales que dictó en el 2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) a favor del pueblo Sarayacu, porque dichas medidas, dijo, no prohíben "que el Estado ecuatoriano a través de las autoridades de control o Fuerza Pública, ingrese, vigile, custodie y opere en el territorio de la comunidad Sarayaku".

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Según el mandatario, la Corte falló a favor del pueblo Sarayaku, únicamente en temas que tienen que ver con la exploración y explotación de recursos naturales, no en otros casos.

​Para el mandatario, en el caso Jiménez no cabe ninguna negociación, como han sugerido varios sectores sociales y políticos, porque aseguró que lo único que cabe es "respetar el estado de ​derecho, respetar la autoridad leg​ítimina​mente constituida y ejecutar una sentencia de la justicia​".​

Jiménez y Villavicencio enfrentan una pena de prisión de 18 meses, mientras Figueroa de 6 meses.

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​Una vez más, Correa dijo que su cargo está a disposición del pueblo ecuatoriano, pero él no dudará en cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley.

Incluso señaló que si alguna vez pensara en su reelección como presidente, lo hará para evitar que se repitan situaciones como la del caso Jiménez.