A 27 días de las elecciones presidenciales en Colombia, pequeños agricultores de papa y cebolla iniciaron ayer un paro indefinido ante el incumplimiento, argumentan, de algunos acuerdos sellados en julio pasado cuando se registró una interrupción de actividades agrarias por un mes.

Según reportes de medios locales, el paro se inició con cierta calma. En la madrugada, la Policía solo atendió “un conato de barricadas” en la localidad boyacense de Chiquinquirá y la reducción del transporte.

Las concentraciones más populosas se han registrado en algunos puntos de las vías de los departamentos del Putumayo y el Huila, sin que al momento se hayan convertido en bloqueos. En Bogotá, los estudiantes de la Universidad Nacional quemaron llantas en apoyo al paro.

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Uno de los temas aún sin resolver es el endeudamiento de los pequeños agricultores con bancos y tiendas, estimado en unos $ 1.029 millones, dijo César Pachón, vocero de los cultivadores de papa en Boyacá.

Explicó que buscan que el gobierno condone esa deuda y derogue tratados de libre comercio con EE.UU., entre otros, pues la importación de alimentos mantiene bajos los precios.

Según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se están refinanciando las deudas de cultivadores con acreencias por unos $ 10.300, pero el gobierno rechaza renegociar los tratados de libre comercio.

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El ministro del Interior, Aurelio Iragorri, dijo que en algunas zonas las FARC pidieron dinero a los agricultores para apoyar la medida. Pero desde La Habana, la guerrilla desmintió la infiltración de sus miembros en el paro, según El Tiempo.