(Actualizado a las 04:00)

El papa Francisco proclamó este domingo (03:15 de Ecuador)  la santidad de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II y pidió, en una multitudinaria ceremonia en la Plaza de San Pedro, que ambos pontífices sean inscritos en los libros de los santos de la Iglesia.

Lo hizo en latín, al comienzo del acto en el que la Iglesia Católica elevó a los altares a los dos papas.

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La proclamación de la santidad de los dos papas fue recibida con un gran aplauso en la Plaza de San Pedro, así como en otros lugares de Roma, donde decenas de miles de peregrinos se concentran ante pantallas gigantes desde las que siguen la ceremonia.

El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, presentó a Francisco "las tres peticiones" de canonización para ambos papas, primero con "gran fuerza", después con "mayor fuerza" y, por último, con "grandísima fuerza".

A lo que el papa pronunció la fórmula: "En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchando el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santos a Juan XXIII y a Juan Pablo II".

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Y finalmente, instó a que los dos papas sean inscritos en los libros de los santos.

El papa Francisco ingresó a las 10:00 locales (03:00 de Ecuador) a la plaza en procesión, seguido por cardenales y obispos que entonaban la letanía de los santos.

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El papa emérito Benedicto XVI, quien renunció al trono de Pedro en 2013, asistió a la ceremonia junto con el papa Francisco, 150 cardenales y mil obispos.

Por primera vez en la milenaria historia de la Iglesia una canonización fue concelebrada por dos papas vivos.

Las reliquias de los dos nuevos santos, una ampolla de sangre de Juan Pablo II y un pedazo de piel de Juan XXIII extraída durante su exhumación en el año 2000 fueron colocadas al lado del altar.

La costarricense Floribeth Mora, cuya curación inexplicable de un aneurisma permitió elevar a los altares a Juan Pablo II, llevó la reliquia del papa polaco, mientras la de Juan XXIII fue entregada por su sobrino.

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Benedicto XVI siguió la ceremonia en el sector izquierdo del altar, junto con los cardenales y los 1.000 obispos que concelebraron sucesivamente la misa.

Una marea de banderas, sobre todo polacas, coloreó la inmensa plaza, donde numerosos jóvenes mostraron entusiasmo pese a que pasaron una noche sin dormir.

Los dos papas tendrán una fecha en el calendario litúrgico. La de Juan XXIII será el 11 de octubre - día en que inició el Concilio Vaticano II en 1959 - mientras que la festividad de Juan Pablo II será el 22 de octubre, fecha en que se inició su pontificado.

 

Rezo de la Coronilla de la Misericordia

Los actos de la canonización habían comenzado una hora antes con el rezo de la Coronilla de la Misericordia, una serie de oraciones que se rezan acompañadas con el rosario, a las 09:00 hora italiana (02:00 de Ecuador), ya que este domingo se celebra la Divina Misericordia, fiesta de la Iglesia católica que proclamó el papa Juan Pablo II en honor de la santa polaca Faustina Kowalska.