El restituido alcalde de Bogotá Gustavo Petro reasumió ayer su cargo en medio de vítores de sus simpatizantes, aunque ya lo esperaba una crisis en la que más de 50% de la ciudad no tiene servicio de agua.

El retorno de Petro, tras su salida hace más de un mes, es una situación inédita en una batalla jurídica de cuatro meses del funcionario para mantenerse en el segundo cargo de elección popular más importante del país, después del presidente de la República.

El mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, anunció temprano en la casa de gobierno que había firmado el decreto restituyendo a Petro porque acataba un dictamen emitido la víspera por un juzgado.

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El martes, el Tribunal Superior de Bogotá le ordenó a Santos restituir a Petro en el puesto luego de considerar que el gobierno estaba obligado a acoger medidas cautelares en su favor, emitidas en marzo por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

También horas antes de que Petro reasumiera el cargo, el procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, dijo que presentaría mañana (hoy) una apelación a la decisión del Tribunal Superior de Bogotá.

Desde que Petro fue removido del cargo el 19 de marzo, Santos nombró de manera interina en la alcaldía bogotana al ministro de Transporte, Rafael Pardo, y luego a María Mercedes Maldonado, quien fue funcionaria de la administración.