La estructura de una casa de madera de 36 metros cuadrados rodó unos 15 metros luego de un deslave que se produjo en el recinto El Mirador, cantón Quinindé, la madrugada de hoy.

Las fuertes lluvias que cayeron en este cantón volvieron a ocasionar el desbordamiento de varios ríos, anegación de viviendas y deslaves a lo largo de la carretera Quinindé-Esmeraldas, la cual aún se encuentra habilitada al tránsito vehicular.

Melissa Dueñas, concejala de Quinindé, expresó que los habitantes de este cantón están alarmados por las constantes lluvias que son acompañadas de tormentas eléctricas.

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Asimismo, expresó que el Comité de Operaciones de Emergencias (COE) de Quinindé se reunirá para coordinar acciones por este nuevo desastre.

Dolores Villegas, responsable de la sala, indicó que además hubo afectaciones en el recinto El Vergel, en donde se desbordó un estero por las lluvias y el caudal arrastró una casa.

En El Mirador se produjeron deslizamientos. Uno de estos arrastró una casa deshabitada en una de las laderas, en la Y del poblado Unión Manabita.

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Situación similar se vivió en el recinto Zapotal debido al desbordamiento del estero del mismo nombre, que incomunicó a unas 35 familias.

Según reportes del COE, 1.290 personas han tenido que ser reubicadas por las intensas lluvias que caen en la zona urbana y rural de Quinindé. Además, maquinaria realiza trabajos para la recuperación de las vías El Mirador-San Francisco, El Roto-Cube-Pircuta, que está a cargo del Gobierno Provincial de Esmeraldas.

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La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) emitió la declaratoria de emergencia el pasado 11 de abril.

Mientras, el agua acumulada en las acequias de la comunidad Lacón Alto, en la parroquia San Bartolomé de Pinllo, en Tungurahua, provocó un deslizamiento que destruyó las paredes de una vivienda, donde se encontraba una niña y un adulto mayor.