Las macetas son una alternativa válida para quienes gustan sembrar flores y plantas ornamentales, pero también son excelente opción para hacer un huerto casero en las viviendas que carecen de jardines.

Para esto, es necesario contar con un espacio donde los rayos solares puedan iluminarlas directamente. Balcones, terrazas o patios, son lugares que sirven.

Según el economista agrícola Abel Gilbert, del vivero D’Jardines, el tiempo de cosecha, así como las características entre una especie y otra pueden variar, por eso él enfatiza en que se debe conocer por ejemplo a qué altura llegan, si son enredaderas o no, entre otros detalles. “Con eso determinas lo que vayas a necesitar”, dice. Agrega que la preparación de la semilla, atención y cuidado a la planta son básicos.

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Él recomienda elegir las semillas que ya vienen listas para sembrar, y germinarla antes. “Así sabremos que nuestra cosecha será de buenos resultados”, puntualiza. En el caso de utilizar una semilla de algún vegetal que hemos consumido, hay que dejarla secar previamente durante un día, indica.

Una caja de huevos o vasitos plásticos sirven para colocar cada una de las semillitas. De esta manera, dice Abel, conoces el número de plantas germinadas. “Si lo haces en un espacio abierto puede ser que comience a salir maleza y no identificas a la planta”.

El humus está cargado de nutrientes, por lo que sirve para ser la primera tierra que tenga contacto con la semilla en este proceso.

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Una vez que la planta alcance estabilidad y una altura aproximada a los 20 cm está lista para ser trasladada a una maceta, balde o funda plástica; en este caso la funda debe ser gruesa y resistente.

La tierra se debe preparar mezclando tierra de sembrado con humus de lombriz, para luego insertar la pequeña especie.

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Santiago Liang, propietario del vivero Flor de Loto, ofrece como opción mezclar tierra vegetal con tierra con arcilla. “Como son productos que vamos a consumir, lo mejor es utilizar abono orgánico cada quince días luego del sembrado”, recomienda. Añade que para protegerlas de plagas voladoras y animales caseros, se puede cubrirla con una malla plástica.

“Hay que evitar fumigarla con químicos porque pueden ser tóxicos, si va por la línea de lo orgánico hay otras opciones caseras”, manifiesta Abel. Él habla de licuar ají, cebolla y ajo de forma individual y almacenarlos, de igual manera, en envases de vidrio con tapas. Luego de dos o tres semanas, estos líquidos se colocan en un vaporizador diluido con agua jabonosa y se rocía con cuidado, dos veces por semana, en las hojas y en la tierra para prevenir plagas. El humus de lombriz sirve también como fertilizante natural.

Para las plantas trepadoras como el tomate, pepino, maracuyá, entre otros, se debe adaptar algún elemento sobre la planta con piolas para que las ramas puedan subir.

Una vez que se cosecha, la planta tiende a morir, por lo que Abel indica que se puede reciclar la tierra que queda. “Se la deja reposar unos dos meses, luego le echamos agua caliente y el humus para volver a usarla con nuevas semillas”, dice.

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Ten en cuenta

Semillas
Las orgánicas o criollas no tienen influencia de químicos. Cuide de que sean libres de plagas y resistentes para garantizar la cosecha.

Auxiliares
Las hortalizas de gran tamaño que cuelgan como los pepinos o melones necesitan soportes tipo mallita. Plantas trepadoras como tomates, fréjoles, cebollas, maracuyá necesitan guías como cañitas o piolas.

Recipientes
Una botella o caña cortadas sirven para sembrar rábanos, cebollín, albahaca, hierbabuena, culantro y otras pequeñas.