Un nuevo derrumbe se produjo ayer en Quinindé; parte de un cerro se deslizó arrastrando la estructura de una vivienda, la cual quedó al pie de la ladera 15 metros abajo, casi intacta. La casa estaba deshabitada.

Fuertes lluvias que cayeron nuevamente sobre este cantón ocasionaron el desbordamiento de varios ríos, anegación de viviendas y deslaves en varios puntos de la carretera Quinindé-Esmeraldas, la cual aún se encuentra habilitada al tránsito vehicular.

Las lluvias estuvieron acompañadas de descargas eléctricas. Melissa Dueñas, concejala electa de Quinindé, dijo que los habitantes de este cantón atraviesan por momentos de tensión cada vez que llueve.

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La Sala Situacional del Comité de Operaciones de Emergencias de Quinindé llamó a una nueva reunión de las autoridades para analizar el reciente evento.

Dolores Villegas, responsable de la Sala, dijo que hubo afectaciones en los recintos El Mirador y El Vergel. En El Vergel, una casa fue arrastrada por el estero que se desbordó y los ocupantes de la vivienda lograron evacuarla antes de que colapsara.

Mientras, en el recinto El Mirador se produjo el deslizamiento de parte de un cerro, donde la tierra se llevó una casa que estaba deshabitada.

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De igual forma, en el recinto Zapotal se desbordó el estero del mismo nombre, dejando incomunicadas a 35 familias. “La fuerte lluvia que afectó al cantón inundó los barrios de las zonas de riesgo y destruyó las calles”, señala un boletín del COE.