Hace tres semanas que no llovía en la zona del recinto El Capricho, en Santa Lucía. El sembrío de arroz de los hermanos Víctor y Washington Suárez se mantenía húmedo con el agua extraída de una albarrada, a través de bombas de succión.

Pero ello no solo implica gastos en combustible sino que ante la escasa reserva, lo apropiado es el ahorro.

“Las albarradas se estaban secando, mi hijo me dijo ‘nos haría bien un agua’”, dijo ayer Rosa Rendón, madre de los agricultores, al evocar la preocupación de uno de sus vástagos.

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Lo recordó en momentos en que caía un aguacero sobre Santa Lucía, así como en Daule, cuando faltaban unos minutos para las 10:00 y la lluvia casi se extendía por dos horas.

La precipitación significó un aliciente para arroceros de ambos cantones. En El Capricho, Rendón contó que un sobrino preparó la tierra, pero no pudo sembrar arroz porque dejó de llover y no tuvo recursos para bombear agua de la albarrada y mantener fangosa la tierra. “El terreno quedó mecanizado, ahora ya está seco”, contó.

Ese recinto registró arrozales que no cumplieron su ciclo de desarrollo por falta de riego, lo que se evidenció con el tono amarillo de las plantas.

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En Daule, Fausto Morán, dirigente de la parroquia Laurel, agradeció por la lluvia. “Estamos agradecidos con Dios, ya nos estábamos secando”, comentó el morador, que sostuvo que en la zona no llovía desde hace dos semanas.

Los agricultores laboraron bajo una lluvia mañanera. En el recinto Espinal, Santa Lucía, unos diez jornaleros se dedicaron a meter las plantas de arroz en un terreno fangoso. “Acá tenía rato que no llovía”, corroboró Bryan López, uno de los agricultores.

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En esta época, los arroceros trabajan la tierra dentro de lo que llaman la primera siembra veranera. En el año hay máximo tres ciclos de sembrado de la gramínea. La cosecha se realizará luego de tres meses.

El primer paso es la preparación del terreno, que debe estar fangoso para sembrar las plantas de arroz. La lluvia de ayer fue aprovechada por los agricultores para mezclar la tierra y el agua con el uso de los denominados ‘canguros’.

Si bien la mayoría de arroceros se dedican a la primera siembra del 2014, hay algunos que plantaron arroz a inicios de año y ahora cosechan el grano. Lucciola Goya, secretaria del centro agrícola de Santa Lucía, indicó que su padre cumple esas labores y que la lluvia de ayer le causó inconvenientes en el traslado de la producción, pues el camino vecinal en el recinto La Corona, dijo, se vuelve prácticamente intransitable.

Área de arrozales
Respecto de la producción de la gramínea, en el cantón Santa Lucía, alrededor de 13.000 hectáreas corresponden a arrozales. En Daule, el terreno sembrado con el grano supera las 50.000 ha.

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Beneficia la lluvia porque había algunos días de sequía, pero en el recinto La Corona los productores no pueden sacar la cosecha porque se pone peor el camino”.Lucciola Goya, secretaria del centro agrícola de Santa Lucía

Producción
arrocera

Plan América
En Daule, el Plan América Lomas supone un proyecto agrícola en el que participan 950 agricultores, en una superficie de alrededor de 5.500 hectáreas, según dirigentes del plan.

Sembrado veranero
En verano, los arroceros de Santa Lucía y Daule se valen de los canales de riego, pozos y de las albarradas, dependiendo del sector.