Fotos muestran a procesados juntos en un lugar de la selva

Cléver Jiménez, exasambleísta de Pachakutik, quien fue sentenciado a un año y medio de prisión por injuriar al presidente Rafael Correa, instalará una oficina de fiscalización en la selva, donde se encuentra oculto, mientras se resuelve su situación legal.

Así lo dio a conocer en una entrevista que dio a Nina Radio, del Puyo, y que fue reproducida por la web amazoniactual, en la cual además constan fotografías en las que se lo ve junto a su asesor Fernando Villavicencio y al activista político Carlos Figueroa, también sentenciados a prisión por este caso.

El 22 de marzo pasado, el prefecto de Zamora Chinchipe, Salvador Quishpe (PK), anunció que Jiménez “se puso a buen recaudo, bajo el cuidado de las comunidades indígenas de la Amazonía”.

Estas son las primeras imágenes, en casi un mes, de los tres reunidos en la selva.

En la nota de Nina Radio, Jiménez ratificó que continuará denunciando supuestos actos de corrupción que se estarían cometiendo en el Gobierno.

Mientras, Figueroa, quien es médico de profesión, señaló que se encuentra bien, brindando atención a los miembros de la comunidad que los cuida. Incluso habría atendido dos partos, contó el activista.

Villavicencio señaló, en la nota periodística, que pudo haberse quedado cómodamente en Washington, adonde acudió para pedir las medidas cautelares en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero prefirió regresar al Ecuador.

“No podía continuar en Estados Unidos, más cómodo, sin problemas, con visa gringa, con trabajo y visa humanitaria para mi esposa. Mi deber es aquí en la Patria para que no se la sigan festinando como hasta hoy”, reprodujo la publicación.

El Gobierno rechazó la solicitud de la CIDH para que no se ejecute la sentencia que, además, obliga a pagar a los condenados unos $ 140 mil.

Correa ha negado que el proceso legal se trate de una persecución política contra los tres, quienes acusaron al mandatario de haber ordenado una incursión armada al Hospital de la Policía, para su rescate, durante la revuelta policial del 30 de septiembre del 2010.