César Méndez Guagua, un esmeraldeño, recuerda que hace casi un año fue la última vez que vio a su padre, Epifanio Méndez, quien tenía 75 años cuando un derrumbe arrasó el 23 de abril del 2013 parte del poblado Tabete, en la parroquia Chinca, ubicado a dos kilómetros de la vía Esmeraldas-Quinindé.

La tragedia dejó como resultado 13 víctimas y unas 60 familias afectadas.

“Escuché un ruido ensordecedor. Llovía torrencialmente, luego la energía eléctrica se cortó. Yo salí de la casa y avancé hacia la de mi papá, pero ya no la encontré, solamente había una montaña de tierra que antes no estaba ahí”, recuerda Méndez, quien además perdió a su hermano, su cuñada y a su sobrino, que tenía 3 años. En el lugar, otras 75 familias también resultaron afectadas.

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A más del sufrimiento por la muerte de familiares y pérdidas de enseres, Méndez manifiesta que el primer aniversario de esta tragedia les revive el dolor que sintieron aquel día y los vuelve a la realidad, ya que un año después no han recibido la ayuda ofrecida.

Agrega que, inclusive, una familia continúa ocupando un aula de la escuela Roberto Maldonado, que fue cerrada luego de la tragedia.

Mélida Cotera, una de las damnificadas que está en la escuela, manifiesta que están a la espera de que se agiliten los trámites para conseguir los terrenos ofrecidos por el Gobierno.

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Luego del deslizamiento del cerro, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) lo reconoció como zona de alto riesgo y el Comité de Operaciones Emergentes (COE) provincial declaró al lugar como zona no habitable por lo que se dispuso una reubicación integral.

Una brigada llegó a la zona el pasado martes para actualizar los datos de los pobladores a los que se prevé darles nuevos terrenos. Se indicó que la gestión está a cargo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magap).

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Concepción Guagua, de 85 años, fue una de los afectadas que acudió a dar sus datos. Ayudada por sus hijas, la mujer cumplió con este requisito a la espera de que la entrega de una casa nueva se haga realidad. Ella sigue albergada en una vivienda que no le pertenece.

“Todos lo recuerdan, el presidente de la República (Rafael Correa) estuvo aquí en Tabete y dio la orden de que le construyan inmediatamente una casa a Concepción Guagua. Ha pasado un año y la casa no aparece por ninguna parte, esa es la verdad de lo que nos está ocurriendo”, expresa Mélida Cotera, otra de las perjudicadas.

A Rosario Soledispa también se le estropeó su vivienda. Ella perdió a su hija de 15 años y se encuentra a la espera de que sea reubicada.

Mauricio Ojeda, encargado de la SNGR en Esmeraldas, manifiesta que el tema de la consecución de las 285 hectáreas que se necesitan para reubicar a todas las familias está en competencia del Magap.

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Para las autoridades locales, el retraso se debe a los inconvenientes que se han tenido para conseguir el terreno para la reubicación de los afectados.

Carlos Zambrano, director del Magap, explica que los dos predios que se seleccionaron inicialmente fueron descartados y que se ubicó otro lugar, y que se están finalizando las gestiones de permisos.

En la escuela Roberto Maldonado, donde antes se educaban 40 niños, el miércoles se oficiará una misa por las víctimas.

En Tabete
Otros detalles

Sitio de la tragedia
En el lugar aún hay partes de casas destruidas, tablas astilladas y ropa. Se colocó una cruz que recuerda lo ocurrido.

Afectados
Perjudicados han conformado la Asociación Producción Agropecuaria 23 de Abril, para realizar diversas gestiones.

Vamos a oficiar solo una misa a las siete de la noche de este miércoles para recordar a las víctimas y pedir por los afectados. Ya le dijimos a un sacerdote para que venga”.César Méndez Afectado