Fue un recorrido de 6 kilómetros de continuas reflexiones ligadas al sacrificio de Jesucristo por salvar a la humanidad. El padre Javier Lazo, vicario episcopal de Daule, dirigió una vez la marcha entre el recinto Las Maravillas y la cabecera cantonal de Daule, e insistió en que la población dauleña debe dejarse cobijar de su patrono, el Señor de los Milagros, en la advocación del Jesucristo crucificado, pero con piel negra.

Cerca de 1.500 feligreses participaron de la caminata. Una cifra similar congregó la procesión de Nobol, que recorrió alrededor de 7 km de la vía a Daule, entre el recinto El Nato y el santuario Santa Narcisa de Jesús, en el centro noboleño. Hubo manifestaciones de fe también en Salitre, Samborondón y otros cantones del Guayas.

En Daule, la mayoría de fieles eran jóvenes. Y era importante que fuera así para Cecilia Jiménez, de 25 años. “Tanto vicios que ahora encierran a la juventud”, alegó la mujer, quien iba con una hermana adolescente.

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La multitud cantó: “Toma mi vida/ y hazla de nuevo,/ yo quiero ser, / yo quiero ser/ un vaso nuevo...”. Enseguida, Lazo pidió cambiar de vida, romper el vaso y dejar que el Señor moldee el nuevo recipiente.

Julio Franco, de 66 años, morador del recinto Las Marianitas, dijo que él cambió en espíritu, que ahora reza para que las personas no deseen el mal para su prójimo. Y lo hace porque alguna vez tuvo enemigos, citó.

Felipe Robles, de 62 años, agradeció en la procesión porque diez años después de emigrar a EE.UU. junto con su esposa, Edith Tutivén, y dos hijos, Carlos y Mauricio, recibieron la autorización de ingreso al país del norte. “Viajamos a fines de mayo”, anotó Mauricio, de 31.

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La caminata concluyó en el santuario del Señor de los Milagros, casi al mediodía, luego de cuatro horas de recorrido. El sacerdote que lideró la marcha, entre sus últimos exhortos a los feligreses, pidió a los jóvenes que no se dejen envolver del teléfono celular. “Tapa sus bocas e impide la comunicación con sus padres”, enfatizó.

En Nobol, las reflexiones también se ligaron a la feligresía juvenil. Una oración fue dirigida a los “hijos que no valoran el esfuerzo de sus padres”.

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Los feligreses caminaron bajo un intenso sol. Y el esfuerzo fue mayor para quienes cargaban una cruz de 3 metros de largo y las imágenes de Jesucristo crucificado y de la Virgen María. Javier López, con la cruz sobre los hombros, iba empapado de sudor. “Es la penitencia de sentir el sufrimiento de Jesús”, dijo y señaló que pedía por la salud de su familia.

Los feligreses esta vez caminaron por la vía a Daule, lo que restó un carril al tránsito durante la mañana.

Viacrucis

Salitre
El padre Rolando Palacios lideró la procesión entre el recinto La Fortuna y General Vernaza. Pidió arrodillarse a los fieles cuando evocó el momento en que Jesucristo murió en la cruz. Wellington Ramos, de 54 años, era uno de los católicos que cargaron una cruz. “Yo pido por los enfermos”, dijo.

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Samborondón
Los pobladores de los recintos Mercedes, San Miguel, Palo Alto y otros que se hallan en la orilla opuesta del río recibieron la imagen de Jesucristo, en la advocación del Nazareno. Los creyentes llevaron la figura en canoas, en la cuarta edición de la procesión náutica.

Este sacrificio es poco para lo que sufrió Jesús en el calvario. Yo agradezco, porque estuve tres años desahuciado, pero pedí con fe y me recuperé”.Lauro Ramón Feligrés