El Ministerio de Agricultura de Japón ha confirmado que la cepa del virus de la gripe aviar detectada en el suroeste del país es la H5N8, la misma que afectó el pasado enero a Corea del Sur, donde se han tenido que sacrificar desde entonces 11 millones de aves.

El análisis genético realizado en un primer momento para confirmar la presencia del virus en una granja de Taragi, en la prefectura de Kumamoto (suroeste), solo certificó que contenía antígenos del tipo H5.

El último muestreo confirmó que el otro grupo de antígenos es de la variante N8.

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De momento, en Kumamoto se han sacrificado unos 112.000 pollos para contener el contagio del virus, cuya presencia se confirmó el pasado domingo, al tiempo que se ha prohibido el transporte de aves y huevos en tres kilómetros en torno a la granja afectada.

En declaraciones recogidas hoy por la cadena pública NHK, Toshihiro Ito, profesor en prevención de patógenos de la Universidad de Tottori que preside un comité de expertos del Ministerio de Agricultura sobre el tema, explicó que virus podría haber sido transmitido desde Corea del Sur por aves migratorias.

Ito insistió en que se requiere un análisis genético más detallado del virus y un estudio epidemiológico para especificar la ruta de contagio e instó a las autoridades competentes a mantener la máxima alerta.

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Por su parte, expertos del Ministerio y de la prefectura de Kumamoto que han analizado aves salvajes en torno al recinto afectado por el brote dicen no haber detectado nada anormal.

El equipo completó ayer el sondeo, que ha llevado tres días y se ha realizado en 15 localizaciones en un radio de 10 kilómetros alrededor de la explotación avícola afectada, de cara a confirmar infecciones en especímenes muertos o debilitados.

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Sus responsables han asegurado que seguirán estudiando atentamente las aves salvajes en la zona.