Un consorcio chino liderado por la estatal China Minmetals confirmó este lunes la compra a la suiza Glencore Xstrata del proyecto Las Bambas, la mayor mina de cobre peruana, por 5.850 millones de dólares.

Las empresas estatales chinas se convierten así en las mayores productoras de cobre en Perú, segundo productor mundial de ese metal detrás de Chile.

"El proyecto Las Bambas responde a nuestra estrategia de largo plazo", declaró el presidente de Minmetals, Zhou Zhongshu, al anunciar la compra en un comunicado. Se trata de la mayor adquisición en el extranjero de la industria minera china, según la firma.

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El consorcio comprador está formado por MMG -una filial externa de China Minmetals-, el grupo de recursos naturales e infraestructura Guoxin Investment International y la firma de inversiones Citic.

Las Bambas, en la región de Apurímac (sureste), es el proyecto minero más importante de Perú, con una inversión requerida de $ 5.900 millones, según la estimación de Glencore Xstrata.

China, el mayor importador de cobre del mundo, acumula con esta compra un tercio de la producción minera en Perú y lidera la inversión extranjera en minería en el país, con más de $ 19.000 millones, según la Sociedad Nacional de Minería.

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La mina de Las Bambas podría satisfacer en torno al 13% de las importaciones chinas de cobre, si se observan las importaciones del año pasado.

El proyecto tiene el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) aprobado y por tanto luz verde del gobierno peruano para avanzar, aunque surgen ahora interrogantes sobre el desempeño de las compañías chinas en este aspecto.

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"Está bien que se invierta en Perú, pero la inversión china representa un problema: ¿con quién vamos a discutir sobre derechos humanos o temas ambientales?", se preguntó el economista Miguel Santillana, especialista en inversiones mineras del privado Instituto del Perú.

En Perú las empresas chinas tienen antecedentes negativos en temas ambientales. En marzo pasado autoridades peruanas sancionaron a Chinalco con la suspensión temporal y parcial de sus actividades por vertir residuos tóxicos sobre los ríos que rodean la mina Toromocho.