Llevaban 46 años enfrentados. Estados Unidos lideraba el bloque occidental capitalista y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), el lado oriental comunista. No hubo fuego entre las dos potencias, pero sí un conflicto económico, político e ideológico que se lo denominó Guerra Fría.

Empezó durante la Segunda Guerra Mundial (1945) hasta la desintegración de la URSS (entre la caída del muro de Berlín en 1989 y el golpe de estado en la URSS en 1991).

Una crisis que la comunidad internacional teme se reavive entre las dos potencias, tras la adhesión a Rusia de la península autónoma de Crimea que decidió el 16 de marzo pasado, mediante un referéndum local no reconocido por las autoridades de Kiev, separarse de Ucrania sumida desde hace cuatro meses en una crisis política.

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La consulta es rechazada por EE.UU., potencias de Occidente y la ONU porque –argumentan– se realizó bajo la presencia militar rusa en territorio ucraniano violando su soberanía.

Fue con el consentimiento del presidente ruso, Vladimir Putin, quien justificó la incursión de sus tropas como defensa de la población rusa (60%) que vive en Crimea. Pero su interés también es porque ahí tiene su flota naval en el Mar Negro.

La incursión de Putin en Crimea avivó los temores entre países del antiguo bloque soviético por su integridad territorial.

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Tras el cambio del mapa geopolítico actual con la anexión de Crimea a la Federación Rusa, han surgido interrogantes como si se trata o no de una nueva Guerra Fría, si los intereses de Rusia solo van enfocados a los intereses comerciales o la expansión energética o si peligran las actividades de cooperación entre ambos países.

Algunos analistas políticos coinciden en que se trata de mucho más que una simple disputa entre EE.UU. y Rusia.

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Para Xavier Follebouckt, experto en Rusia de la Universidad Católica de Lovaina, Putin no va a renunciar a su sueño de construir su “Unión euroasiática”. Nunca ocultó que, según él, la desintegración de la URSS fue “el mayor desastre político del siglo pasado”. El Eurasia Group considera que hay un 40% de probabilidades de que Rusia invada el este de Ucrania, publica la bbcmundo.com.

Para otros especialistas no será una nueva Guerra Fría, pero eso no quiere decir que esta situación no plantee desafíos. “Podría convertirse en un desagradable y prolongado conflicto entre Oriente y Occidente”, dice Michael Dobbs, historiador de la Guerra Fría y periodista que cubrió el fin de la Unión Soviética.

La tensión internacional ha aumentado desde que EE.UU. y la Unión Europea (UE) decidieron aplicar, como castigo a la anexión de Crimea, sanciones económicas contra personas y entidades rusas y ucranianas.

Rusia, que es el primer productor mundial de crudo, no hizo caso a las críticas y decidió actuar de la misma forma contra EE.UU. e imponer sanciones a cerca de 20 personalidades y funcionarios estadounidenses.

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Los líderes de la UE anunciaron también sanciones a 12 personas involucradas en el conflicto territorial con Ucrania.

Pero la UE es víctima de su interdependencia económica y energética con Rusia. Más de una cuarta parte de sus importaciones de gas dependen de ella, y numerosas empresas europeas invierten en Rusia. De allí que se intente conseguir sancionar al país sin debilitar su convaleciente economía.

La crisis en Crimea surgió a raíz de que en Ucrania protestaron contra el presidente Víktor Yanukóvich que decidió no firmar acuerdos comerciales con la UE y estrechar vínculos con Rusia, lo cual desencadenó el derrocamiento del mandatario en febrero pasado.

Putin llamó el viernes pasado al presidente de EE.UU., Barack Obama, y ambos acordaron reunir hoy en París a sus cancilleres para hablar de una posible solución diplomática.

Rusia, que enfrenta cada vez más amenazas de EE.UU. y sus aliados como la exclusión del Grupo de los Ocho, cuenta con el apoyo de líderes como Cristina Fernández, presidenta de Argentina, que defienden la integridad territorial ucraniana, pero rechazan el derecho argentino sobre las islas Malvinas.

El 13 de marzo del 2013, el 99,8% de habitantes de las Malvinas votó a favor de seguir siendo un territorio británico. Un escenario, según analistas, distinto al de Crimea que realizó su consulta con la presencia de tropas rusas.

60%
de la población en la región de crimea es rusa.

Huso horario
Crimea cambia

Relojes alineados
Los relojes de Crimea y Moscú marcaron por primera vez juntos la hora ayer. En un acto oficial, los relojes de Simferopol, capital de la anexada península ucraniana a Rusia, se adelantaron dos horas para alinearse con los de Moscú.