Una niña valenciana de diez meses lleva una vida normal tras someterse en Madrid a un trasplante de siete órganos vitales, una intervención en la que la pequeña ha recibido de un donante los intestinos grueso y delgado, colon, estómago, hígado, páncreas y el bazo.

La pequeña Luna fue operada hace tres meses en el hospital La Paz de Madrid, y hace dos semanas le dieron el alta, según la Asociación NUPA, que apoya a familias con hijos que tienen el problema.

Tenía unos días de vida cuando su organismo dejó de funcionar y tuvo que entrar en lista de trasplante múltiple de órganos. Hasta poder recibirlos estuvo conectada a una máquina de nutrición parenteral para alimentarla de modo artificial.

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Tras recibir los órganos de un niño fallecido, su evolución ha sido tan favorable que ha podido regresar a su casa.

Según informa la Asociación NUPA, que apoya a las familias de niños que dependen de una máquina para alimentarse y se enfrentan a un trasplante multivisceral, en España hay más de 130 niños en la misma situación que Luna.

La organización dijo que presentaba su historia para demostrar que es posible mejorar la calidad de vida de estos “pequeños grandes héroes”.