Ecuatorianos en España se refugian en trabajo en "negro" para sobrevivir a la crisis

Aunque crece el número de extranjeros afiliados a la Seguridad Social en España, los ecuatorianos que cotizan no paran de descender. Cada día, entre enero y febrero, medio centenar de connacionales dejó de aportar al erario.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social anunció hace unos días que por vez primera crecía la afiliación en el colectivo de inmigrantes desde abril de 2013 situándose en febrero en 1.520.688, lo que supuso un aumento de 5.867 ocupados (0,39%). Si bien la evolución anual sigue siendo negativa, el incremento intermensual es evidente en Baleares, Murcia y Andalucía.

En el caso de los ecuatorianos, la reducción de cotizantes afecta a todos los sectores pero es más significativo en el servicio doméstico y en la agricultura. En total, se han perdido 1.412 aportantes en apenas un mes. El desempleo golpea con fuerza al colectivo que ha encontrado en el trabajo en negro una forma de supervivencia.

La cuencana Elizabeth Sánchez cuida a tres niños y pese a contar con su documentación en regla, sus empleadores se niegan a darle de alta en la Seguridad Social tras ver reducidos sus ingresos. “Estuve más de dos años en el paro, agoté todas las prestaciones y ahora lo que se encuentra son este tipo de trabajos en los que no quieren afiliar. No me queda otra alternativa que aceptar”, señala.

El empleo sumergido es una realidad y un salvavidas en casos de vulnerabilidad extrema. “Hago trabajos esporádicos para poder llegar a fin de mes, sin eso mis hijos no tendrían ni para comer”, asegura el ambateño Franklin Loachamín.

La falta de oportunidades laborales ha provocado que muchos inmigrantes caigan en la irregularidad sobrevenida. Sin empleo, explica Vladimir Paspuel, presidente de la asociación Rumiñahui, “no pueden renovar sus permisos de residencia legal en España.

Se ven obligados a trabajar en negro. Los bajos niveles de cualificación los hace más vulnerables a caer en el empleo sumergido. Para muchos empresarios también es la única forma de garantizar la supervivencia de sus negocios”.