Un carnaval tranquilo, pero divertido se vivió en las calles de la ciudad. Entre familias, vecinos y amigos, los guayaquileños que no salieron de la urbe disfrutaron la tarde soleada de ayer, remojados en piscinas inflables y armables.

A lo largo de la av. Abdón Calderón, principal del Guasmo sur, había decenas de piscinas de varios tamaños en las veredas. Niños y adultos se refrescaban en el segundo día del feriado. Entre ellos, la familia Zúñiga Guerrero, de la cooperativa Unión de Bananeros.

Ellos armaron la piscina a las 06:30 y dos horas más tarde, los más pequeños de la casa jugueteaban con globos llenos de agua. “No salimos de la ciudad, porque tengo una picantería y estos días son buenos para trabajar. Después nos vamos nosotros”, comentó Dany Zúñiga.

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Maryuri Campuzano, junto a su esposo e hijos, prefirió disfrutar el brazo de mar de La Playita del Guasmo.

Por la seguridad de sus tres hijos, Gladys Castro los llevó al parque acuático de la isla Trinitaria. “Está muy bonito y sé que ellos están bien, aquí los vigilo de cerca. Si voy a la playa, donde hay cientos, se me pueden perder; y la situación económica no da para más”, dijo.

Uno de los sitios con mayor afluencia fue la laguna natural de la coop. San Francisco 2, que está frente al Centro Regional de Rehabilitación Social. Ahí, Luis Cobos se dio un chapuzón, mientras su familia lo aplaudía. Ellos, habitantes del sector, disfrutaban del carnaval lanzándose, además, anilina roja.

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A este balneario también llegaron visitantes. Darío Cortez acudió con su esposa y amigos desde Monte Sinaí. “Está muy bonito, es la primera vez que visitamos este sitio y no sabíamos que era hondo”, expresó.

En los barrios del suroeste, las familias también jugaron con agua, espuma de carnaval, talco y anilina de colores.

Es la primera vez que venimos a este parque (de la isla Trinitaria), está bonito. Los niños se están divirtiendo mucho... No salí de la ciudad por evitar tanta gente”.Nancy Licoa, de la isla Trinitaria