El gobierno de Marruecos ha solicitado al de Francia que "repare los daños causados" por unas recientes declaraciones del actor español Javier Bardem, quien atribuyó al embajador francés en Washington unas "declaraciones hirientes" para con Marruecos.

El ministro de Comunicación marroquí, Mustafá Jalfi, emitió anoche un comunicado en el que se hacía eco de las declaraciones de Bardem del pasado jueves, cuando dio en París una rueda de prensa para presentar la película "Los hijos de las nubes" y puso en boca del embajador francés en Washington las polémicas declaraciones.

"El embajador de Francia en Estados Unidos, Franois Delattre -dijo Barden en aquella declaración, mencionada expresamente por el ministro marroquí-, a quien vimos en 2011, nos dijo que Marruecos es una amante con la que se duerme todas las noches, de la que no se está particularmente enamorado pero que se debe defender".

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El ministro Jalfi considera que esas palabras son "escandalosas e inadmisibles (...) Francia sabrá encontrar el modo más adecuado, más allá de una simple declaración del ministerio de Exteriores, para reparar los daños causados por esas palabras, así sea que se le han atribuido falazmente o si se han pronunciado verdaderamente".

El comunicado del portavoz del gobierno marroquí se produce un día después de que el embajador de Francia en Marruecos, Charles Fries, fuera convocado al ministerio marroquí de Exteriores para serle comunicada "la más enérgica protesta" por la "actitud soberbia y contraria a los usos diplomáticos" ante el caso de una denuncia por torturas interpuesta en Francia contra el director del contraespionaje marroquí, Abdelatif Hamuchi.

El pasado 20 de febrero, cuando Hamuchi se encontraba en Francia acompañando al ministro marroquí del Interior para la "cumbre" de ministros del ramo de cuatro países (Francia, España, Portugal y Marruecos), siete policías franceses se presentaron ante la Embajada marroquí para comunicar su intención de tomar declaración a Hamuchi.

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La visita de los policías se produjo después de que la Asociación de Cristianos para la abolición de la tortura denunciara a Hamuchi por complicidad en el caso de supuestas torturas a dos personas, el franco-marroquí Adil Lamtalsi y el saharaui Naama Asfari.

Las protestas del ministerio marroquí dieron lugar a un comunicado de la diplomacia francesa el mismo sábado, en la que se solicitaba "esclarecer los hechos ante este incidente lamentable".