Hablar de una derrota oficialista es menospreciar al resto de provincias, dijo la noche del domingo el presidente Rafael Correa al intervenir por segunda vez en menos de 3 horas desde la sede de Alianza PAIS, donde esta tarde se suprimió un festejo previsto luego de que el movimiento gubernamental perdió las alcaldías de Quito, Guayaquil y Cuenca.

El presidente Rafael Correa reconoció que la pérdida de ciudades tan queridas como Quito y Cuenca había significado un “importante revés”, un “sacudón” para Alianza PAIS (AP).

Las declaraciones las dio en la sede de AP, aproximadamente a las 21:30, acompañado por la vicepresidenta de la Asamblea, su vicepresidente, Jorge Glas, el exvicepresidente, Lenin Moreno, entre otros miembros de AP.

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Refiriéndose a la capital, Correa dijo que es necesario reflexionar qué errores se cometieron en la administración municipal y qué errores se cometieron en la campaña.

Además se mostró preocupado por un problema de gobernabilidad o de intestabilidad política que podría generarse. Explicó que con una alcaldía opositora se podría generar movimiento de personas que podrían ir a la Plaza Grande y generarían inestabilidad política.

Reconoce sectarismo en AP

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Entre los errores que pudo haber cometido PAIS, Correa dijo que está el sectarismo. Preguntó porqué no se hizo una alianza nacional con Avanza, movimiento del ministro Ramiro González, que solo y en alianzas lograron unas 30 alcaldías.

Explicó que en Quito no se reaccionó aunque ya se veía que la candidatura de Barrera caía y se ponían pretextos. También señaló que existían 1.066 Comités de la Revolución Ciudadana CRC, pero cuando se los convocaba iban apenas 400.

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Pese a ello, dijo que el movimiento oficialista ha logrado nueve de las 23 prefecturas y varias decenas de alcaldías. Y prefirió no hablar de derrota, pues dijo que eso sería desmerecer todos los territorios que hemos ganado.

Con respecto a la pérdida de la candidata Viviana Bonilla para la alcaldía de Guayaquil, aseguró que era difícil luchar contra 21 años de administración socialcristiana y felicitó a Bonilla por lo que calificó una “maravillosa campaña” que le permitió un apoyo del 40%.

Adicionalmente, señaló que en Quito ve un problema de gobernabilidad, pues una alcaldía opositora al gobierno en esta ciudad podría generar un movimiento de 20.000 personas en la Plaza Grande que pondría en riesgo la estabilidad del Gobierno.También aseguró que “una cosa es trabajar con adversarios políticos y otra cosa es trabajar con enemigos”, dijo.

Correa lamentó haber perdido para su movimiento las alcaldías de las ciudades de Quito, Guayaquil y Cuenca, pero dijo que esperaba conocer resultados más concretos para expresarse, pero criticando al Consejo Nacional Electoral, dijo que el conteo rápido del CNE no fue lo ofrecido.

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El presidente ecuatoriano dijo que con los resultados que "tenemos hasta ahora hemos ganado 9 de las 23 prefecturas del país, pueden ser muchas más; comparado con el 2009, esa fecha ganamos 6 prefecturas. Hemos ganado decenas de alcaldías".

El mandatario felicitó al pueblo ecuatoriano porque "antes de la revolución ciudadana tuvimos 7 presidentes, ahora tenemos estabilidad democrática". Salvo pequeños incidentes, en Muisne, San Lorenzo, frente a las miles de dignidades en 24 provincias, son incidentes aislados, prácticamente inevitables".

Cuestionado sobre el alcalde electo de Quito, Mauricio Rodas, se mostró dispuesto a darle una oportunidad, porque hay que trabajar juntos por nuestros mandantes.